El 40% del presupuesto de la nueva PAC se destinará a medidas medioambientales

Es el caso de la propuesta de la Comisión Europea de destinar «al menos» el 40% del presupuesto de la Política Agrícola Comunitaria (PAC) a financiar medidas que contribuyan «de forma positiva» a combatir el cambio climático. Cada estado miembro decidirá el porcentaje concreto que se aplicará (en la próxima PAC la gran mayoría de las medidas son propuestas generales de la Comisión pero la concreción de las mismas corre a cargo de los países) y en España todavía no se ha descendido al detalle, pero la propuesta ha gustado en el Ministerio.

El secretario general de Agricultura y Alimentación del Ejecutivo, Fernando Miranda, se muestra convencido de que «la nueva PAC tiene que ser la palanca que permita la transición climática y medioambiental de la agricultura», aunque matiza que debe hacerlo «manteniendo la rentabilidad de las explotaciones agrarias». Lo dijo en el primer encuentro en el que los ministros de Agricultura de la Unión Europea, bajo presidencia finlandesa, se reunieron para abordar la negociación de las futuras ayudas.

Al final, el porcentaje de gastos de la PAC destinado a cuestiones climáticas dependerá de las negociaciones del Marco Financiero Pluiranual (tardará todavía unos meses en cerrarse), pero el Gobierno de España defiende que «la cifra final que se establezca deberá estar en consonancia con esa mayor ambición medioambiental». «Estamos totalmente en contra», se rebela el presidente de Asaja Castilla y León, Donaciano Dujo, que concede un máximo del 20% del presupuesto para este tipo de medidas. La propuesta de la Comisión Europea es, como mínimo, del doble.

La aplicación de esas nuevas medidas medioambientales se traducirá en la obligatoriedad de generar una mayor rotación de cultivos (sembrar cada año un cultivo distinto y compaginarlo con el barbecho), en el mantenimiento de los pastos, etc. Medidas en cualquier caso que refuerzan la condicionalidad, como explica Juan Pedro Medina.

Para Dujo, el mayor problema se registraría en las zonas de regadío porque pueden generarse más dificultades. «En la gran mayoría de las zonas de secano se podría mantener como ahora», reconoce. No obstante, los agricultores abogan por que la herramienta que se utilice para medir esa rotación no tenga en cuenta, de forma individual, profesional por profesional, sino que se abra el espacio a toda una comarca, por ejemplo, de tal forma que en términos generales se cumplan con las demandas de la Comisión y no sean los agricultores los que tengan que acatarlo en cada explotación, explica Dujo. Sobre ello, las administraciones no se pronuncian pero todo apunta que está difícil.

El asunto se trató el pasado 18 de noviembre en esa reunión de ministros de Agricultura y en ella, los Veintiocho se inclinaron por fijar el mismo porcentaje para todos los países. En nombre de la Comisión, el entonces comisario de Agricultura y Desarrollo Rural, Phil Hogan, criticó este planteamiento que había defendido Finlandia afirmando que, aunque un porcentaje común «podría sonar atractivo», lo cierto es que se «corre el riesgo de conseguir lo contrario, que se reduzca el nivel de ambición medioambiental de la nueva PAC», según informa Europa Press.

Esto significa que el asunto queda pendiente para el nuevo equipo de comisarios europeos cuyo mandato se inició hace solo una semana, el pasado 1 de diciembre. La recién estrenada Comisión Europea debe ponerse al día con el estado en el que se encuentran las negociaciones sobre la futura PAC. Según Juan Pedro Medina, «parece que la CE va a mantener la misma propuesta aunque puede haber algún retoque». Lo más importante, a su juicio, es conocer el presupuesto para estas ayudas que, como ya se anunció en su momento, contempla una reducción general del 5% en el presupuesto. Según Medina, estaba previsto conocer los detalles de la financiación el pasado mes de octubre, cuando se anunció la salida de Reino Unido del club de los 28, pero la prórroga del Brexit retrasa también el Marco Financiero. Todo apunta a que se conocerá en el primer semestre de 2020.

Para Dujo, esto no hace más que «sumar incertidumbre a la situación ya de por sí complicada», con el añadido, además, de «las dudas sobre la formación del nuevo Gobierno de España » que es quien tiene que negociar en el ámbito europeo.

Hasta ahora, el Ministerio de Agricultura de Luis Planas ha estado trabajando en nueve grandes líneas para definir los detalles de la PAC que se aplique en España aunque todavía no hay concreción sobre ninguna de ellas. Preocupa sobre todo, la definición del receptor de las ayudas, lo que han denominado «agricultor genuino» y la construcción de un único plan nacional de desarrollo rural (hasta ahora había 17, uno por comunidad autónoma).

«El mayor porcentaje de las ayudas debe ir a los verdaderamente profesionales de la agricultura», solicita Donaciano Dujo respecto a la primera de las preocupaciones del sector. Es algo que comparte también Juan Pedro Medina, aunque este último, que ha participado en prácticamente todas las reuniones que se han celebrado en el Ministerio, recuerda que la Comisión Europea quiere que se implante una «tarifa plana» para todos los agricultores europeos. «Castilla y León está en contra de esta medida», reitera, antes de recordar que así está recogido en el pacto de comunidad que se firmó la legislatura pasada entre las formaciones políticas y el sector agrario con respecto a la PAC.

Sobre un único plan de desarrollo rural que sea de ámbito nacional, a Medina le «gusta». Dujo no tiene problemas siempre y cuando incluya «una posición clara de ayudar a los sectores claves de Castilla y León».