El PP de Castilla y León se siente «reforzado» tras el congreso del líder Feijóo
Isabel Blanco, vicepresidenta de la Junta, defiende la «alta representación» de los populares de Castilla y León «en todos los niveles» del organigrama
Dos personas en el Comité Ejecutivo Nacional, Isabel Blanco y Ester Muñoz. Dos más como vocales de la Junta Directiva Nacional, Andrea Ballesteros y ... Rocío Lucas. Y dos en representación de los pequeños municipios, Inmaculada Sierra y María José de la Fuente. Y además de ellos los 67 miembros natos de la Junta Directiva Nacional, desde Alfonso Fernández Mañueco a los senadores, diputados, presidentes provinciales… Todo ello, junto al papel preponderante que jugarán Ester Muñoz y Alicia García como portavoces en el Congreso y en el Senado, hacen que el PP de Castilla y León se sienta «reforzado» tras un evento que ha servido para que Alberto Núñez Feijóo reorganice su cúpula a su gusto.
«El balance del Partido Popular de Castilla y León es muy bueno», resumía la vicepresidenta de la Junta y coordinadora autonómica de acción política, Isabel Blanco. «Tenemos una alta representación a todos los niveles, tanto en el comité de dirección, como en las portavocías, como en el comité ejecutivo. Esto lo que demuestra, lo que pone de manifiesto, es la importancia de las políticas que se desarrollan en Castilla y León», aseguraba en un comunicado remitido por el partido.
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El PP de Castilla y León será el primero en someterse al examen electoral. Será en marzo de 2026. Previamente deberá tramitar los presupuestos de la comunidad autónoma a la vuelta del verano, después de no haber presentado los de 2025 porque no contaba con los apoyos necesarios para que salieran adelante. Lo hará en medio de un ambiente tenso con el que ha sido su socio, Vox, que trata de mantener la pugna abierta para captar votos en el electorado popular y volver a ser decisivo para la gobernabilidad.
Al respecto de Vox, el PP ha mantenido un silencio muy expresivo durante estos días. No se ha hablado de pactos ni de condiciones. Se han obviado los temas más polémicos y se ha hablado con mucha generalidad sobre los servicios públicos. Tanta generalidad que por momentos, durante la presentación de la ponencia política, el discurso de Mañueco podría haberlo firmado el secretario autonómico socialista, Carlos Martínez.
Mañueco presumió una vez más de la buena salud de la educación autonómica, del liderazgo de Castilla y León en la atención a la dependencia y de una sanidad bien valorada. «El trabajo por las personas, frente al gobierno de Sánchez, centrado en la corrupción, centrado en sus problemas y centrado en seguir a toda justa», defendió Isabel Blanco. «El proyecto de Castilla y León está siempre a punto, porque al presidente de la Junta de Castilla y León, al presidente del Partido Popular, lo que le preocupan son las personas de Castilla y León. Y trabaja de manera incansable durante todos los días por las personas de Castilla y León. A partir de aquí, apostar por Castilla y León, apostar por España, apostar por lo que realmente necesitan las personas», reiteró .
No faltaron en las reacciones del PP las invectivas al máximo rival político. «Somos un partido que se centra en las personas, frente a otros que se centran en los personalismos de su líder, como el partido socialista, en salvar a Sánchez», lanzó Isabel Blanco. En sintonía, claro, con lo que había manifestado Alfonso Fernández Mañueco durante todo el fin de semana. Especialmente duro fue el sábado, cuando se conoció que Pedro Sánchez había tenido que deshacer el nombramiento de Francisco Salazar por acusaciones de comportamientos inadecuados con las mujeres. «Frente a la política de pancartas del PSOE, en el PP se apuesta por una igualdad real rentre hombres y mujeres», aseveró Mañueco entonces.
El presidente de la Junta y del PP de Castilla y León sabe que Génova ha planteado el camino hacia La Moncloa como una sucesión de hitos que deben provocar un 'efecto caballo ganador': hacer que los indecisos opten por votar a la opción que más factible tiene gobernar. Eso empieza por lograr un resultado en Castilla y León que Mañueco no ha podido lograr en las dos últimas citas. Los 29 escaños de 2019 y los 31 de 2022 están muy lejos de los 41 que marcan la mayoría absoluta. Acercarse a esa mayoría y no necesitar socios incómodos sería el primer peldaño para aupar a Feijóo.
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