Castilla y León
La oposición no se cree la negociación de los presupuestos de MañuecoDesde Vox hasta Por Ávila, pasando por el PSOE, UPL o Soria ¡Ya!, consideran que no existe una «voluntad política» real de aprobar las cuentas autonómicas
Pues resulta que era un presidente que tenía unas cuentas. Las hizo anteproyecto y las publicitó. Y las cuentas negoció sin haberlas registrado. En reuniones ... sin avances pese a lo mucho negociado.
Que el silabeo de este resumen plenario coincide, así asá, con 'Cuéntame un cuento', de Celtas Cortos. Porque es lo que los demás grupos empiezan a ver en el asunto presupuestario. Una actuación. «Tacticismo político», lo definió Luis Mariano Santos (UPL). «No se han registrado la ley de medidas ni el proyecto de ley», recordó Pedro Pascual (Por Ávila).
Las cuentas autonómicas deberían haberse entregado en las Cortes el 15 de octubre, pero en lugar de eso se anunció un «anteproyecto», un formalismo de nuevo cuño en la política autonómica, que después derivó en la aprobación imprevista del techo de gasto y en la obligación, ahora sí que sí, de registrar en el parlamento autonómico el proyecto de Presupuestos Generales de la Comunidad. Y hasta hoy.
Así que a Alfonso Fernández Mañueco le preguntó por los presupuestos Carlos Menéndez (Vox). También lo hicieron Luis Mariano Santos (UPL) y Pedro Pascual (Por Ávila) y Francisco Igea. La pregunta del procurador leonés sirvió de epígrafe general: «¿Tiene voluntad usted de negociar el presupuesto autonómico?». Incluso le animó a plantearse unas elecciones anticipadas, llegado el caso. Lo mismo hizo la socialista Ana Sánchez en su pregunta a Carlos Fernández Carriedo. «Si no son capaces siquiera de presentar presupuestos, márchense». Aunque en el caso del PSOE, lo que ocurre con el Gobierno de la nación, las cuentas y los socios hacen que esas andanadas le vuelvan como un bumerán cargado de karma. Por si sirve como contexto: una prórroga presupuestaria no supone necesariamente una convocatoria electoral anticipada. Eso, dicho por el propio PP y basándose en el ejemplo nacional que representa Pedro Sánchez (PSOE). Lo que vale para España, vale para Castilla y León. Lo dicho sobre el bumerán.
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Las cuentas autonómicas de 2024 se aprobaron en mayo de 2024. Entonces, PP y Vox sacaron adelante sus presupuestos desechando más de dos mil enmiendas de la oposición. De ahí la desconfianza. «A usted le importa un comino lo que nosotros pensemos y la calidad de nuestras propuestas. Ni una sola propuesta aprobada en seis años que lleva ya de Gobierno», recordaba Luis Mariano Santos (UPL). Y Carlos Menéndez (Vox), antaño socio de rodillo en el Pleno y hoy un opositor más, apoyaba la idea. «Desde el 15 de octubre hasta el 6 de noviembre han mantenido el relato de que necesitaban aprobar el techo de gasto para poder registrar el proyecto de presupuestos. Y desde el 7 de noviembre han cambiado el relato para decir que el PP de Castilla y León no va a registrar el proyecto de ley de presupuestos en estas Cortes hasta que no tenga la seguridad de que van a ser aprobados», explicaba el ex socio. «Lo que no quieren ustedes es negociar», concluía.
«Quiero que esta comunidad tenga los mejores presupuestos. Mi intención es que se aprueben con el mayor respaldo posible», insistía el presidente de la Junta. Y después, en otra réplica: «Hemos puesto sobre la mesa los presupuestos más altos de la historia, hemos conseguido que esta cámara apruebe el techo de gasto. Y estamos negociando con todas las fuerzas políticas». Y otra más: «El texto de presupuestos que hemos presentado -el anteproyecto, se entiende- se orienta a los objetivos de impulsar la política social y de acceso a servicios públicos en todo el territorio, fomentar cohesión territorial…».
Pero no hay hojas llenas de cuadritos de Excel con los que analizar las partidas una a una y empezar a presentar enmiendas. Enmiendas que será muy difícil cuadrar porque habrá enfrente una mayoría conformada por grupos heterogéneos. Desde Francisco Igea, en su unicidad, a Podemos, pasando por los territoriales Por Ávila, Soria ¡Ya! y UPL, el PSOE o el ex socio de Gobierno, Vox, que insiste una y otra vez con la inmigración y la sitúa, a cada intervención, como el punto de partida de cualquier acuerdo. Que hay negociación, insiste el PP. Pero de momento lo que hay son declaraciones de intenciones.
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