El medio rural teme que el coronavirus se convierta en excusa para cerrar consultorios

Son la rama más frágil del sistema sanitario, en el punto de mira desde antes de la crisis del coronavirus, cuando se anunciaron planes piloto en Aliste (Zamora) para reagrupar servicios en torno a los centros de salud. Ahora, una vez levantado el estado de alarma, los consultorios se han convertido en centro del debate político.

El PSOE presentó hace dos semanas en las Cortes una proposición para «garantizar la prestación del servicio sanitario presencial», algo que desde la consejería de Sanidad no ven de momento factible ya que, en la mayor parte de los consultorios rurales, es imposible «mantener distancias de seguridad y el doble circuito» exigido para que no entren en contracto, por ejemplo en las salas de espera, enfermos con covid con el resto de pacientes. Si no se puede garantizar esto. mientras el coronavirus sea una amenaza, los consultorios seguirán funcionando con cita previa. Por eso, la Junta asegura que todos los consultorios

están abiertos, «con la única diferencia de que ahora el profesional sanitario acude con cita previa y cuando lo considera necesario para la mejor atención de los pacientes». Para ello, se hace un triaje telefónico, a partir del cual, el médico o la enfermera determinan «dónde y cómo se les atiende, si se cita en el consultorio, se acude a su domicilio o se le pide que vaya al centro de salud más cercano». El temor de muchos alcaldes es que esta situación se mantenga en el tiempo y se utilice la crisis del coronavirus como excusa para consolidar la cita previa y avanzar en el cierre de consultorios rurales.

José María Soto, secretario general del Sindicato Médico, lamenta que se use la asistencia sanitaria como«arma política» y califica de «demagógica» la pregunta de si los consultorios están abiertos físicamente o no. «La cuestión es si durante este tiempo se ha prestado atención sanitaria, si ha habido una respuesta inmediata de los profesionales... y la respuesta es sí. No importa tanto si el consultorio está abierto o no. Lo relevante es si hay médicos suficientes para atenderlos».

Y aquí, asegura Soto, es donde se plantea el gran problema,«sobre todo en un corto plazo y sin que haya un proyecto claro por parte de la Consejería de Sanidad». «Tiene que haber incentivos para que los médicos decidan quedarse a trabajar en Castilla y León y en el medio rural. Sobre todo cuando el relevo es tan necesario. De aquí a 2023 se habrán jubilado casi el 60%de los médicos de atención primaria. El problema no es si el consultorio está abierto, es si dentro habrá un médico».

Mercedes Gago, del sindicato de enfermería Satse, recuerda que el sistema de atención primaria es bueno, pero requiere de «la dotación suficiente» para llevarlo a cabo. En su caso, apuesta por la apertura de los consultorios para retomar la atención presencial «con todas las garantías de seguridad». «El problema es que hay un alto porcentaje de población envejecida que no se maneja bien con las nuevas tecnologías, que no es capaz de explicar bien por teléfono qué les duele, qué les ocurre. Y esto puede derivar en una mala atención», asegura Gago.

Desde la Consejería de Sanidad reconocen que «se ha detectado que hay pacientes que tienen problemas para contactar (por teléfono o con la app Sacyl Conecta). Se están buscando fórmulas de refuerzo de la cita previa», aseguran. Incluso en algunos centros de salud están formando pequeñas sesiones explicativas para que los pacientes sepan cómo es el nuevo sistema». «Los consultorios no están cerrados», insisten desde la Consejería de Sanidad, sin precisar en qué momento la crisis sanitaria permitirá retomar la atención presencial sin esa cita previa.