La mayoría de los ahogamientos acuáticos se producen en menos de cinco minutos

Para evitar ahogamientos y lesiones en el agua y disfrutar de un baño seguro durante este verano sólo cabe la prevención. La época estival abre piscinas, temporadas en ríos y mares y el desconocimiento, imprudencia o incluso la mala suerte pueden terminar en tragedia. Este ya es un mal año y queda mucho verano por delante. Hasta ahora, Castilla y León suma nueve ahogamientos, según datos de la última actualización de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, al finalizar junio. El año pasado fueron 13 en la comunidad y 394 en toda España que ya llega en estos primeros seis meses del año a 169.

La comunidad, como España, registra cada año cifras muy variables desde los 9 de 2015 hasta los 31 del año siguiente, que fue la cifra más alta. En 2020 fueron 14 casos y al año siguiente nueve.

En Castilla y León, el mayor porcentaje de estos accidentes los acumulan los ríos. Varía cada año, pero siempre encabezan porcentajes, entre el 46% y hasta el 79% en 2015 de estos accidentes de producen en estas corrientes que pueden resultar muy traidoras y el 18% habitualmente en piscinas, el resto de reparte entre otras zonas de baño como lagos y similares. La inmensa mayoría se producen en espacios acuáticos sin socorrista, aunque hay alguna excepción. Lo habitual es que sean españoles aunque hay casos no desdeñables de extranjeros que suelen estar más vinculados al desconocimiento de la zona y sus peligros. También son más los hombres víctimas que ahogamiento que mujeres, en torno a ocho de cada diez, ligado a la asunción de más riesgos.

El Ministerio de Sanidad, con motivo este 25 de julio del Día Mundial para la Prevención de Ahogamientos, identifica varios factores relacionados con los ahogamientos. Son, principalmente, la adopción de conductas de riesgo, los momentos de relajación en la vigilancia de menores, bañarse en zonas sin vigilancia, el consumo de alcohol y otras drogas cerca o dentro del agua, las condiciones médicas como la epilepsia y los turistas no familiarizados conel lugar. Y recuerda que se debe prestar especial atención tanto con personas mayores como con los menores de edad». En España, las tasas de ahogamientos por 100.000 habitantes más altas se dan en los grupos de mayor edad de 80-84 años (2,9), 75-79 años (2,62) y 70-74 años (1,75), seguidas por los grupos de 20 a 24 años (1,75).

Las consecuencias devastadoras de los ahogamientos «son altamente prevenibles a través de medidas como instalar barreras para controlar el acceso al agua en piscinas y entornos acuáticos, enseñar a niños en edad escolar a nadar y competencias para la seguridad en el agua (significado de banderas y señales, uso de chaleco salvavidas, actuación ante corrientes de resaca, maniobras básicas de rescate y resucitación, etc.), o formar a las personas del entorno en rescate seguro y reanimación.

Indica Sanidad la conveniencia de enseñar a nadar y respetar las normas e insiste en que «los ahogamientos se producen de forma rápida y silenciosa, la mayoría de las veces se había perdido de vista a la víctima durante menos de cinco minutos». Por lo tanto, no hay que bajar la guardia ni un momento cuando estén en el agua o jugando cerca de ella y nunca delegar en otro niño.