Mañueco, al PSOE: «Ustedes apuñalaron a Luis Tudanca mientras les protegía Santos Cerdán»
Y el PSOE de Castilla y León pide a Mañueco… «elecciones ya»
Empezó la tarde rara en el Pleno de las Cortes. Alfonso Fernández Mañueco (PP), que no tuvo una palabra amable para Luis Tudanca en su despedida del hemiciclo rumbo al Senado ... , les echó en cara a los ex compañeros del socialista que le «apuñalaran». Y acto seguido la socialista Patricia Gómez Urbán le pidió a Mañueco un adelanto electoral. Tan sorprendente fue la petición que la bancada del PP se echó a reír sin disimulo, provocando que la portavoz socialista tuviera que repetir su petición y que Carlos Pollán (Vox) recordara después que hay que mantener el respeto en la Cámara.
Lo de Mañueco no iba, claro, a favor de Tudanca, sino sobre todo en contra del PSOE nacional. Alfonso Cendón, secretario del PSOE de León, era parte del núcleo duro del ex secretario de Organización, Santos Cerdán. Ganó las primarias leonesas con acusaciones de amaño por parte de su rival, Diego Moreno, tudanquista. Acusaciones que ahora, cuando se conforme el nuevo equipo en Ferraz, pueden cobrar vida de nuevo.
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Mañueco, que ha empezado la carrera preelectoral, escoge la clave nacional para desgastar al rival. Patricia Gómez Urbán quiso atacarle por la coincidencia de la ponencia política del PP, de la que es coautor, con el ideario del PSOE autonómico. Los populares copiaron el eslogan de Carlos Martínez (PSOE) del «derecho a quedarse». Pero Mañueco se defendió: «Dígale a su jefe, Óscar Puente, que las personas que viven en Sanabria también tienen derecho a quedarse. Ya ha conseguido que una doctora tenga intención de abandonar el centro de salud», advirtió. Y luego: «Ustedes no hablan del caos ferroviario, aplauden las paradas de buses y del tren de alta velocidad, aplaudieron el cierre precipitado de minas y térmicas, se callaron ante ataques a la automoción, al azúcar, y están callados cuando se dan privilegios a los socios separatistas de Sánchez».
Gómez Urbán, mientras tanto, se conformó con emplear cuatro de los cinco minutos de que disponía en su segunda pregunta en sesión de control al presidente de la Junta. Le sobraron 1:07, exactamente. Quizá por esa risa burlona que sonó cuando dijo: «Sus políticas expulsan a la gente de Castilla y León, pero no a todos, porque a quien le puso usted alfombra roja fue al señor Maroto [senador por designación autonómica pese a ser vitoriano]. El único que no se ha ganado el derecho a continuar es usted. Convoque elecciones».
Ante las risas de la bancada popular, reiteró: «Convoque elecciones y que los castellanos y leoneses decidan».
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