Un año largo de pandemia sitúa a albañiles y sanitarios a la cabeza de la recuperación del empleo

Al cierre de abril, las profesiones relacionadas con la salud –sanitarias y servicios sociales– son las que más afiliados al Régimen General de la Seguridad Social han ganado en Castilla y León, con 2.853 empleados por cuenta ajena más que en febrero de 2020, cuando el coronavirus aún parecía una amenaza difusa. Por detrás aparecen todos los oficios que tienen que ver con la construcción, cuya remontada –1.916 nuevos ocupados– los convierte en la actividad de mejor comportamiento entre las que no están directamente vinculadas con la emergencia sanitaria. La tercera es la educación, en este caso probablemente relacionada con los condicionantes higiénicos y el teletrabajo.

En el régimen de autónomos, el RETA, la actividad con mayor incremento de afiliados también tiene que ver con el virus, en esta ocasión con su impacto en la ciudadanía en forma de restricciones a la hora de comprar y la obligación de quedarse en casa. El epígrafe de Transporte y almacenamiento, donde se engloban los trabajadores que se dedican a la recepción de envíos de compra a distancia y reparto a domicilio. tiene hoy 374 afiliados más que en febrero del año pasado. Superan por primera vez los 10.000 trabajadores por cuenta propia en la comunidad autónoma.

Otras actividades con ganancia de puestos de trabajo asalariado son las que tienen que ver con la educación (1.735 entre febrero de 2020 y abril de 2021), con la Administración pública, Defensa y Seguridad Social (839), el sector de la información y comunicaciones (400), las actividades profesionales, científicas y técnicas (170) y la agricultura y ganadería (142).

Entre los autónomos, mejoran también las cifras prepandemia las actividades profesionales, científicas y técnicas –un cajón de sastre que incluye despachos jurídicos, contabilidad, labores de consultoría, relaciones públicas, servicios de arquitectura e ingeniería, de investigación y desarrollo, publicidad, diseño, fotografía o veterinarios, entre otros– ( 278), sanidad y servicios sociales (134) y construcción (115).

Como es sabido, los trabajadores del sector de la hostelería han sido los grandes perjudicados por las consecuencias sociolaborales de la covid y así se refleja tanto en las cifras de asalariados (8.826 menos, que suponen el 17,5% con respecto a los más de 50.000 con que contaba el sector); como en las de autónomos (843 empleos destruidos).

Porcentualmente, las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento han perdido incluso más fuerza laboral que bares y restaurantes, ya que los 2.091 empleados menos representan una caída del 19,6%. Las actividades administrativas y servicios auxiliares –otro saco en el que figuran casi cuarenta subcategorías, incluidas la limpieza, la seguridad privada, los teleoperadores o los agentes comerciales– tienen en la actualidad 2.572 ocupados por cuenta ajena menos. Yhasta 1.638 asalariados se ha dejado la industria manufacturera;o 1.219 los servicios agrupados en el epígrafe de 'otros'.

El apartado que empareja comercio y talleres de reparación de vehículos ha sufrido la desaparición de 249 puestos por cuenta ajena y 722 por cuenta propia, situándose como el segundo grupo más afectado entre los autónomos, que también registran una sangría de empleo en la industria manufacturera (285), agricultura (238) y otros servicios (197).

En lo que va de mayo, los registros de la Seguridad Social apuntan a que seguirá la recuperación en la afiliación lo que, según advierten desde la patronal de las empresas de trabajo temporal (Asempleo), no evitará que el paro siga aún repuntando. Gracias a las prolongaciones de los ERTE, el indicador de la asociación reduce la destrucción esperada de empleo a lo largo del año.