La Junta defiende la estrategia contra la covid-19 ante una «virulenta» tercera ola

Con este escenario, Alfonso Fernández Mañueco y Francisco Igea defendieron la estrategia seguida contra el coronavirus Sars-Cov-2. «El culpable de todo es el virus. Y tenemos que tomar medidas para proteger la vida y la salud de las personas», explicó Mañueco tras asegurar que siente «muchísimo dolor» por la situación de los sectores afectados. «Pero siento dolor también por la pérdida de más de siete mil personas en la comunidad autónoma, algunos también conocidos y cercanos. Lo llevo en mi mochila y no es una mochila que a uno le guste llevar», reflexionaba el presidente.

Por la tarde, Francisco Igea se reunía por videoconferencia con los representantes del sector hostelero y admitía, acto seguido, que «no son los responsables» de este repunte dramático de la pandemia. «Les hemos explicado que esta tercera ola tiene una pendiente desconocida, quizá incluso más intensa que la de la primera, en crecimiento. Nos ha llevado a pasar de 150 casos nuevos el 27-28 de diciembre a 2.200. Esa rapidez nos ha llevado a tomar medidas que pusimos en noviembre y vimos que eran efectivas», señalaba tras la reunión.

Y es que esa virulencia de la tercera ola parece el único punto en el que el Gobierno central y el autonómico están de acuerdo. «Los propios expertos nos decían que estaban sorprendidos por el incremento vertiginoso de la incidencia acumulada. En solo unos días se ha producido un ascenso exponencial, similar al que se produjo en dos meses después del verano», señaló Mañueco. «Ya sabíamos que era un periodo complicado, que habría un aumento de casos. Muchos están vinculados a brotes familiares», explicó luego Illa.

El caso es que la incidencia acumulada a 7 y a 14 días se ha disparado en todas las provincias de Castilla y León. Esa multiplicación de positivos empieza a derivar a hospitalizaciones más elevadas, tanto en planta como en UCI. De 392 pacientes en planta a 660. De 138 en UCI a 156. En trece días. Francisco Igea lo plasmó con unas matemáticas aún más crudas: «Si metemos 2.000 casos nuevos cada día y tenemos una mortalidad del 1-2%, tendremos 20-40 personas que mueren cada día».

Ayer se registaron 2.186 nuevos positivos.

La estrategia regional tropieza ahora con la dificultad burocrática que supone cada paso que se da. Por ejemplo, en una campaña de vacunación irregular. «Hemos incrementado el ritmo de vacunación y necesitamos agilidad por parte del Gobierno y certidumbre para saber cuántas vacunas vamos a recibir semanalmente y poder organizarnos», reiteró Mañueco una vez más. Pero las cifras absolutas esconden discrepancias significativas. En Segovia, la provincia con la incidencia acumulada más alta en toda la comunidad autónoma, 1.037 casos por cien mil habitantes a 14 días, se han inyectado un tercio de las dosis disponibles justo antes de que se recibiera una nueva remesa. Ni siquiera se han agotado las que llegaron el 29 de diciembre.

Los cribados masivos, mientras, se ejecutarán en los municipios más afectados de inmediato, pero no en las empresas. «No hemos firmado el convenio con la CEOE y hay empresas que están haciendo sus propios servicios de prevención, control de antígenos...», admitió el presidente de la Junta.

Ocurre algo similar con el plan de choque para la hostelería, para el que la Junta ha comprometido 20 millones de euros. «He pedido la máxima celeridad al consejero de Cultura y Turismo [Javier Ortega]», señaló Mañueco, para publicar las líneas de ayudas y cómo acceder a ellas. «Nos hemos comprometido a estar siempre en el grupo de las comunidades que más aporten, por encima de la media», señaló el vicepresidente de la Junta.