Santiago Aparicio: «Pedro Sánchez no sabe el drama que va a provocar en las empresas»

-¿Qué valoración hace del endurecimiento del confinamiento?

-Aquí no hay ningún plan, es todo improvisado. Se va a salto de mata sin pensar en las consecuencias que las decisiones pueden originar. Es increíble, pero está pasando en el ámbito sanitario y ya también en lo económico y me temo que va a pasar en todo. No saben gestionar y es un parche sobre otro. El BOE se publicó casi a medianoche y la mayoría de sectores no sabían si tenían o no qué parar, ni cómo recoger, ni si había moratoria… Y todo en fin de semana. Nos tratan como a peleles y eso es lo peor de todo.

-Daba la impresión de que los empresarios estaban solos en su rechazo al cierre de lo no esencial.

-Ayer mismo oí al 'lehendakari' y a varios presidentes autonómicos decir que no estaban de acuerdo. Ellos sí habían reflexionado. Yo mismo hablé con el propio presidente de la Junta para transmitirle que no se puede cerrar toda la industria y el transporte porque es algo básico, porque levantarnos nos va a costar diez veces más. ¿Sabemos si las empresas que van a cerrar son o no necesarias para el mantenimiento de las agroalimentarias y de logística, que sí tienen que seguir abiertas Hablando ayer mismo con una empresa de Soria que fabrica lingotes para baterías, que son necesarias para el sistema eléctrico, para los congeladores, ¿se ha contado con ello? Pues no. Hay cosas que no se pueden parar. Renault no puede trabajar, pero no todas las empresas son Renault. El daño va a ser irreparable.

-Usted mismo hablaba hace unos días de examinar caso a caso lo que se podía o no cerrar, ¿cree que el Gobierno no lo ha hecho?

-No cuentan para nada con nosotros. Llaman consultar a informarnos unas horas antes. Dicen que hablan con los agentes sociales… no sé con los sindicatos pero desde CEOE se ha dicho un 'no' rotundo y claro. El Gobierno hace un paripé de reuniones pero nunca jamás han contado con quienes creo que algo tendremos que decir en materia económica.

-El presidente del Gobierno suele comentar que siguen las recomendaciones de los expertos, de los científicos… ¿Tienen ustedes otros expertos?

-Sinceramente, no sé quiénes son los expertos del Gobierno pero no están atinando. Tampoco en el tema sanitario, donde no quiero meterme pero donde ya habrá tiempo más adelante para hacerlo. Que explique al pueblo español cuáles son esos expertos. Todos nos podemos equivocar y más en una situación que nos ha desbordado, pero viendo lo que había pasado en China y Corea podíamos haber estado mejor preparados. Aquí no lo hemos estado en nada. Se van tomando decisiones solo para justificarse. Esta última decisión unilateral de cerrar la economía con nocturnidad y alevosía solo busca tapar vergüenzas anteriores. Saben que la movilidad se ha reducido el 85% y que no se puede reducir más.

-¿Sería partidario de un gabinete de crisis donde participara también la oposición, los agentes sociales? ¿O sería más caótico?

-Está claro que la responsabilidad es del Gobierno, pero sí que tendría que haber más gente participando en las decisiones. Querría saber si sus expertos han gestionado alguna vez algo. Lo que estamos viviendo es inédito, pero hay personas con conocimientos, que están acostumbradas a manejar situaciones de crisis sin dar esta impresión de improvisación. Sus expertos no están consiguiendo los resultados apetecibles.

-El Gobierno habla de «hibernación», ¿hasta dónde o para quiénes cree que el riesgo es de congelación mortal, lenta o rápida?

-La hibernación puede ser de por vida. Por culpa de esa hibernación puede que muchas empresas no puedan ya volver a abrir. Hay que contar más con la gente, con los empresarios, que somos los que creamos el 95% del empleo de este país. Sin empresas no hay riqueza, pero parece que no se dan cuenta de que tampoco hay empleo. Y si no hay empleo, ¿qué queda? No queda nada. No es la economía lo que hay que hibernar, quizá lo que tendría que estar hibernado es este Gobierno.

-El Gobierno también ha puesto cosas de su parte, anunció 200.000 millones y cubre los gastos de los ERTES, ¿qué más debería poner?

-Al final es todo humo y no son conscientes del drama que van a provocar. Pedimos a gritos que se inyecte liquidez a las empresas porque es la única manera de que podamos salir adelante, de que la economía se vuelva a reactivar. V lo que ha pasado en China y lo que está sucediendo en Italia sería una temeridad y un suicidio que el día 15 nos den el alta y se acabe el confinamiento. En Wuhan han estado dos meses encerrados y la cosa vuelve ahora funcionar muy poco a poco. Tras dos meses sin poder trabajar ni facturar ni cobrar, las empresas no tienen nada, no tienen posibilidad de arrancar al día siguiente. ¡Pero si no hay proveedores! Tienen que comprender que una inyección de liquidez es vital. Con ella podemos no romper la cadena de pago. Si no ingreso durante dos meses, ¿cómo pago a mis proveedores, mis gastos, los salarios, los impuestos, la cuota de autónomos, los recibos vencidos? Entregaré las llaves y ni despidos ni nada, concurso de acreedores y adiós. Lo de 2008 puede ser una tontería si no se inyecta liquidez y no se congelan los impuestos. Los impuestos tienen que retrasarse. Sin intereses y 'sine die'. Queremos pagar a todo el mundo, incluidos a los bancos porque, si no, nos van a ejecutar. Pero necesitamos moratorias y empezar poco a poco a generar. En todos los sectores va a costar mucho volver a generar como antes. Ni mucho menos será inmediato. De la materia prima al consumidor hay muchos pasos y todos van a necesitar tiempo. Esto no va a normalizarse en seis meses. Necesitamos avales como el comer. Sin empresas, ¿qué impuestos va a recaudar el Gobierno? Sin impuestos no puede funcionar el país. Están jugando con fuego y faltan decisiones que ayuden a la economía.

-Se decía que las empresas estaban mejor preparadas que en 2008, con menos deuda. ¿Tan grave es ahora la amenaza de ruina?

-La mayoría son pymes y micropymes, las más endebles. El 40%todavía están compensando pérdidas de la anterior crisis. Las grandes están mejor, pero las pequeñas viven al día y siguen con un endeudamiento elevado.

-La recuperación de las horas perdidas… ¿lo ve problemático?

-Otra decisión unilateral sin pies ni cabeza. Si obligan a cerrar por causa de fuerza mayor el Gobierno debe asumir el 75% de las nóminas y cotizaciones, igual que en los ERTE. Se creen que recuperar horas es algo simple... En la mayoría de casos se perderán.

-¿Tiene la sensación de que la UE ha abandonado a España (e Italia) y que el país no tiene recursos para salvarse solo?

-España no ofrece confianza. Está muy debilitada y aunque pueda parecer que algunos países se comportan de manera insolidaria, ellos también se juegan mucho. España debe demostrar que se comporta como los demás si quiere pedir ayuda. Y las decisiones que estamos viendo ahora, como algunas que ya habíamos visto antes, nos colocan como un país carente de seguridad jurídica.

-Los acuerdos del Diálogo Social de hace unos días, con sus 220 millones, parecen ya cosa del año pasado. ¿Ve factible ampliarlos?

-Los agradecemos porque son un esfuerzo, pero desde el primer minuto dijimos que no era lo que más nos gustaba. Debemos volver a sentarnos para complementarlos. En cualquier caso, lo que importa es lo que haga el Gobierno.

-Respecto a las denuncias sobre despidos y la advertencia del Gobierno de 'prohibirlos'... ¿cree que hay despidos justificados?

-Si se tomaran las medidas necesarias de liquidez no habría nada que temer. Pero con todo en contra... ¿cómo no va a haber miedo al paro y los despidos? Para salir adelante y salvar a unos tendrá que haber más desempleo, pero no porque sea algo que las empresas quieren.Claro que queremos una pérdida de empleo mínima.

-Dice el ministro de Seguridad Social que después de todo esto habrá una fuerte recuperación...

-Que lo diga alguien que parecía solvente... No sé si es diabólico o quiere hacernos comulgar con ruedas de molino. Se cee que tranquiliza, pero sin medidas solo sirve para ponernos más nerviosos.

-¿Qué mensaje querría transmitir a los empresarios?

-Gracias. Por su comportamiento solidario, por su calidad humana, espiritual y empresarial. Tanto grandes industrias como pequeños comercios están realizando una gran labor como garantes del abastecimiento básico a los ciudadanos. Gracias a todas aquellas empresas que han redirigido su actividad a la producción de los elementos más urgentemente necesarios para paliar la emergencia sanitaria actual. Me siento orgulloso de representarles. Que sigan siendo como son y Castilla y León tendrá más fácil salir de esta.