El Gobierno ve a Castilla y León «muy bien», cerca de la fase 3

Francisco Igea y Verónica Casado, las caras de la estrategia de desescalada en Castilla y León, han apostado desde el primer momento por la idea primigenia de esperar 14 días entre fase y fase. Es el periodo, han asegurado muchas veces, que permite valorar el impacto que han podido tener las diferentes medidas en la difusión de los contagios.

Sin embargo ayer, tras conocer los datos y el parecer del director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, la Junta se planteó la posibilidad de pedir el avance de la comunidad a la fase 3, aunque con restricciones, para el próximo día 15 de junio.

No hay nada cerrado aún, ya que hay plazo suficiente para analizar todos los pros y contras hasta la reunión del Ministerio de Sanidad, pero es una posibilidad alentada por la buena evolución del territorio en las fases anteriores, en las que entró más tarde que la mayoría de España precisamente por prevención. El comité de expertos de Castilla y León tiene intención de ser «escrupuloso» con la decisión para no cometer un error que lleve a un rebrote.

«La situación es buena. La evolución de los indicadores es muy favorable en todos los territorios de España, incluidos estos tres», dijo Simón cuando le preguntaron por Madrid, Barcelona y Castilla y León. «Pero no es solamente la situación. Hay que valorar si todos los obejtivos que tenemos marcados de detección precoz, etc., se pueden cumplir».

Por eso el director del CCAES prefiere esperar a conocer los datos que aportan los territorios para justificar su pase a la siguiente fase. No sería la primera vez que un territorio avanza de fase en solo una semana. Málaga y Granada apenas pasaron siete días en la fase 2. Andalucía tenía al resto de sus provincias una semana por delante y pidió el paso para todo el territorio. Eso permitió a la comunidad autónoma, además, determinar la posibilidad de moverse entre sus provincias a partir de ayer, cuando esa posibilidad, en un principio, aparecía reflejada solo en la fase 4 (la bautizada como 'nueva normalidad' por el plan del Gobierno).

«Los tres territorios evolucionan muy bien, están haciendo un esfuerzo muy importante por garantizar la seguridad de todo su territorio y de lo que puedan afectar al resto de España. Cuando presenten la información y los datos habrá que valorarlos conjuntamente con ellos», anticipó Simón, que habló de la «particularidad» de Barcelona y Madrid. «Son dos ciudades, como nodos de difusión de personas, y por lo tanto de riesgos de enfermedades, muy particulares y hay que tener mucha seguridad de que estamos haciendo las cosas bien».