Ferraz empuja para lograr una lista de consenso que evite las primarias del PSOE

En los álbumes de la cita, las delegaciones de León y Valladolid solo se atisban en algunos fondos de imagen en los que se ve a Nuria Rubio o Patricia Gómez Urbán, compañeras de bancada parlamentaria pero alineadas con los oficialistas que piden el relevo de Luis Tudanca como secretario autonómico. O en los planos obligados, los de la primera línea, en los que se comprueba la euforia por los nombramientos de la nueva Ejecutiva Federal. Abrazos de Tudanca con Esther Peña, amiga, con Iratxe García, pero también con Javier Izquierdo o con Javier Cendón, el secretario provincial leonés. Uno de los artífices del movimiento que busca relevar a Tudanca del cargo orgánico.

Los bandos están cada vez más definidos y los plazos se acortan. El 7 de enero se abre el periodo para presentar las precandidaturas a dirigir el PSOE autonómico, que deberán ser apoyadas por un número suficiente de avales. Luis Tudanca no ha dicho oficialmente qué piensa hacer, aunque de sus gestos se desprende la voluntad de continuar. Mantendrá la incógnita hasta el final. Enfrente se postula, con idéntica ambigüedad, Carlos Martínez, alcalde de Soria, con quien mantiene buena relación personal. Le impulsa Ferraz.

En medio, todos los secretarios provinciales que mantienen puestos en la Ejecutiva Federal o en el Congreso y el Senado. Es decir, ocho de los nueve. Se les añade la alcaldesa de Palencia, Miriam Andrés. Y estos días, después del Congreso, tanto los oficialistas, 'sottovoce', como la regidora palentina, públicamente, han pedido que se llegue a un acuerdo. Que se eviten las primarias. «He podido hablar tanto con Tudanca como con Carlos Martínez y ya conocen mi posicionamiento personal y el de Palencia. Es importante que salgamos reforzados del Congreso Autonómico y que se puedan llegar a acuerdos dentro de las nueve provincias para que lo que haya salga reforzado», recogía Ical en Sevilla. Pero advertía la alcaldesa: «Aún no hay ninguna propuesta».

Carlos Martínez, la alternativa, tampoco quiere las primarias. Fuentes consultadas por El Norte confían en que pueda convencer a Luis Tudanca de construir una lista de consenso que permita encontrar una salida a su equipo de confianza y, a futuro, a él mismo, una vez que acabe la actual legislatura autonómica. Legislatura que llegará, como muy lejos, a la primavera de 2026. Tampoco parece sencillo: recuerdan que el propio Tudanca rechazó la posibilidad de ir en puestos de salida para el Europarlamento.

La lista única, consideran, es el modo de evitar que la herida abierta tras el Comité Federal anulado por Ferraz se infecte. Que las rencillas vuelvan a dividir a un partido que ha vivido una década de paz a los mandos del burgalés, después del zambombazo de la etapa de desencuentros de Óscar López y Julio Villarrubia.

Fuentes cercanas a Tudanca le ven «tranquilo» y centrado, de momento, en acabar la tarea política de 2024 con el último Pleno de las Cortes de Castilla y León, los días 17 y 18 de diciembre. Consideran que Ferraz aún no tiene un candidato, por más que suene el nombre de Carlos Martínez, que elude responder a la prensa y se muestra esquivo cuando lo hace. Al mismo tiempo es capaz de decir, este pasado lunes, que no tiene «ninguna aspiración personal» de liderar el PSOE de Castilla y León y de mantener sus opciones abiertas porque depende de la «escucha activa».

Desde el otro lado, posiciones cercanas al oficialismo de Ferraz consideran que Sevilla ha sido un golpe de realidad para los tudanquistas. Con un partido dividido en el territorio y con decisiones con las que Ferraz ha otorgado más peso a Javier Cendón, ahora integrado en la Ejecutiva Federal. Los cuatro nombramientos para el Comité Federal, además, también son oficialistas: Nuria Rubio (León), Patricia Gómez Urbán (Valladolid), Luis Rey (Soria) y Lourdes Álvarez (Segovia).

Ambas partes echan cuentas. Luis Tudanca comenzó una gira que le llevó por las asambleas locales de Burgos (16 de octubre), León (17 de octubre) y Benavente (24 de octubre). Después, quedó en suspenso. Cuestión de tiempos, dicen. Enfrente, sostienen que no encontró el respaldo que buscaba. En esa minigira no estaba Valladolid. Dirigida por Óscar Puente, es la segunda provincia con más militantes. Y Puente es Ferraz, aunque en la nueva Ejecutiva se haya quedado con un puesto de vocal. Se supone que Valladolid irá a bloque con la decisión de Ferraz. Por encima de Valladolid solo está León. La más numerosa, 3.200 afiliados, de los que unos ochocientos se concentran en la capital. Javier Cendón, secretario provincial, ha ganado peso orgánico.

Así las cosas, parece que la balanza se inclina hacia los oficialistas. Pero Ana Sánchez, en este impás sin candidato alternativo, también se ha trabajado el territorio. Y cuenta con una baza que esgrimió entre líneas Miriam Andrés: el poder de los votos de los militantes, que son secretos, y de algunas corrientes de opinión soterradas que recelan de cómo el Gobierno-Ferraz o viceversa han torcido el brazo en cuestiones como la amnistía o el pacto financiero con Cataluña. «Bajo ningún concepto quiero que el PSOE de Castilla y León se convierta en un Partido Socialista de Madrid. Lo estamos viendo estos días y la influencia de Ferraz en las federaciones es mortal», dijo la alcaldesa de Palencia. Antes del Congreso, el secretario autonómico del PSOE madrileño, Juan Lobato, había sucumbido a la presión. Le suplirá Óscar López, el otrora candidato de Castilla y León a la Junta por ascendencia segoviana. Cuando Lobato cayó, Tudanca tuiteó: «Hoy, alto y claro, diré que Juan Lobato ha tenido y tiene mi respeto político y mi aprecio personal. Ha trabajado duro contra la derecha más extrema que se recuerda. Muchas veces solo. Otras contra todos. Nadie es imprescindible pero, donde sea, gente como él es necesaria». Lobato había sido de los pocos dirigentes nacionales que había defendido a Tudanca cuando Ferraz anuló el calendario congresual de Castilla y León.

Hay gestos que dicen tanto.