El Escaño 82
Óscar López, del fracaso en Castilla y León a aspirante en MadridEl ahora aspirante a liderar el PSOE en Madrid y a enfrentarse a Ayuso sucumbió bajo la 'apisonadora' electoral de Juan Vicente Herrera y dejó el PSOE autonómico totalmente fracturado
Tiran de ironía los segovianos cansados de criar hijos para verlos emigrar más allá de Guadarrama, cuando afirman que Segovia es el patio trasero de ... Madrid. Como hace tiempo que se quedó chico, ese patio es extensible al resto de Castilla y León, donde no hay pueblo sin vecinos reconvertidos sin más remedio en madrileños o vascos o catalanes o del infinito y más allá. Ese contexto de patio trasero de Madrid arroparía el viaje bumerán de ida, y vuelta, de retorno, parada y fonda de Óscar López, en su día candidato a la Junta de Castilla y León por el PSOE, desde hace nada ministro de Transición Digital y ahora aspirante por designación de Sánchez a dirigir a los socialistas madrileños y ser cartel electoral frente a la popular Isabel Díaz Ayuso tras la dimisión de Juan Lobato, facturada por Ferraz.
La carta de presentación de Castilla y León no juega en favor de López. Perdió con estrépito las elecciones aquí y dejó al PSOE hecho una pena. Juan Vicente Herrera pasó sobre las aspiraciones del socialista en el escrutinio de las autonómicas de 2011 como apisonadora por lechada de aglomerado asfáltico. El dirigente popular logró 53 de los 84 diputados (ahora el PP de Mañueco tiene 31 de 81) y los socialistas retrocedieron en el hemiciclo hasta los 28 escaños. La iniciativa que Óscar López bautizó como el 'Puro Cambio', con vuelta en bicicleta a Castilla y León, duró suspiro y medio. Cerillas en un apagón, que entonan Los Secretos en su canción 'Solo ha sido un sueño'. Si acaba ocupando como líder de los socialistas madrileños el lugar de Juan Lobato, podrá reeditar el tour ciclista por Madrid con un mapa más manejable que las nueve provincias de Castilla y León.
El harakiri político de Lobato salpica aquí. El ya exlíder madrileño compartía en los últimos meses con Luis Tudanca el haber caído en desgracia en Ferraz para Pedro Sánchez y su núcleo de confianza. El PSOE se ha convertido en un partido en el que eres oficialista o estás amolado. No hay crítica interna ni corriente de opinión, no ya que se respete, que haga por aflorar. Ferraz ha guillotinado a Lobato tras conocerse que fue al notario, ante la investigación al fiscal general por filtración del caso del novio de Ayuso, para dar fe de que no había sido cómplice del empleo de ese documento que le remitió por mensaje telefónico una colaboradora de Óscar López. Ojo a esa piedra en la mochila del futuro aspirante.
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Lobato recibió tras su renuncia el apoyo de Tudanca y de una socialista de peso aquí que rara vez se esconde. «Hay cosas que no logro entender. Estaría bien que lo de la tierra para quien la trabaja lo empezáramos a aplicar con hechos, no sólo de boquilla en los discursos», valoró Miriam Andrés, alcaldesa de Palencia. La regidora destacaba el curro a pie de agrupación del madrileño caído en desgracia, frente a lo que decide el equipo de I+D de Ferraz.


El relevo de Lobato lo señalará el dedo de Pedro Sánchez, con primarias o sin ellas. Por 'vía digital' llegó aquí en 2008 Óscar López, para relevar a un Ángel Villalba quemado tras dos derrotas frente a Herrera. Y también, en 2014, Luis Tudanca, cuando el ahora ministro reventó la Ejecutiva autonómica que dirigía Julio Villarrubia y hubo que recoser un partido abierto en canal.
Tudanca era diputado por Burgos. López, por Segovia. De familia de Riaza, pero madrileño 'de facto' y crecido políticamente en la capital –en el entorno de José Blanco, ministro y hombre fuerte en la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero–, no trasladó su residencia familiar efectiva a Castilla y León pese a aspirar a presidir la Junta. Ese fue un borrón como candidato castellano y leonés para López que se ahorra en Madrid.
Díaz Ayuso y su entorno ojearán currículum y resultados de su posible contrincante y se les dibujará una sonrisa en la cara. Escrutinio a la baja, un partido reventado y el resbalón de autorizar que el PSOE gobernara Ponferrada con el voto de Ismael Álvarez, exalcalde y exprocurador del PP condenado por acosar sexualmente a Nevenka Fernández.
Es el balance de Óscar López en su 'remake' como candidato ahora por Madrid.
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