La España desaprovechada: el reto de mantener servicios y población

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«El farmacéutico hace una importante labor de Salud Pública y aún puede adquirir más roles. En los cribados, explicar y animar a participar, en las vacunaciones y, en particular, en las de la gripe, en los programas de mejora de la adherencia a los tratamientos para que se realicen bien y no se olviden o abandonen, en la mejora de la salud en definitiva. Y con más salud y calidad de vida se contribuye a no saturar los centros asistenciales, se colabora con el sistema público;pero es necesario sostener el servicio», explica.

Repasa Nájera que, en Castilla y León, «hay acuerdos provinciales con las diputaciones a los que se puede acceder, en el caso de las oficinas rurales, a apoyos económicos a estas labores asistenciales. Estos servicios deben de ser remunerados y deben ser accesibles a todos los vecinos, vivan donde vivan. Luego está el índice corrector de las VEC que también es un impulso y ayuda a tener un sueldo digno», añade.

Otras políticas que favorecen la fijación de una farmacia y el mantenimiento del servicio es poder adscribirles una residencia cercana, aunque no hay siempre tal posibilidad, y la transformación en botiquines.

Pero ahora la principal apuesta de las organizaciones colegiales son las de que los servicios de asesoramiento en medicación, necesidad de acudir o no al médico, interferencias entre medicaciones y dudas o información y participación en cribados sean remunerados, también en las ciudades, «porque además hay una alta confianza en el farmacéutico, los médicos a veces cambian mucho; pero con el farmacéutico hay trazabilidad, desde pequeños hasta adultos y mayores es el mismo en el pueblo, es el mismo en el barrio», destaca este profesional de Paredes de Nava (Palencia).