Los ERTE salvan los salarios y alivian la caída de recaudación fiscal por el menor consumo

La razón hay que buscarla en la menor afectación de la crisis en el mercado de trabajo, con pérdida de empleos eventuales y de baja remuneración mientras los de salarios más altos, protegidos en muchos casos por los ERTE, han seguido aportando sus retenciones al IRPF, que incluso ve incrementada su recaudación el 4% en la comunidad, cuatro veces más que en el conjunto del país.

De hecho, en el tercer trimestre los salarios subieron en Castilla y León el 1,2% hasta situarse en 1.708 euros mensuales –según informó el INE– gracias al 'chaleco salvavidas' de los ERTE y al incremento de abonos de complementos salariales, por horas extras, gratificaciones, etc.

La menor bajada recaudatoria del Estado en Castilla y León también es consecuencia de un impacto más moderado (de momento) de la crisis en los beneficios empresariales, cuya pérdida, según los datos del impuesto de sociedades, aún se traslada de forma mucho leve a los resultados de recaudación que aportan las pymes de la comunidad.

Estos dos 'hechos diferenciales' sirven para paliar en parte el desplome del consumo de los hogares y su consiguiente repercusión en los ingresos que llegan de parte del IVA, que cae a dos dígitos aquí y en toda España.

Los contribuyentes castellanos y leoneses aportaron a las arcas de Hacienda 3.800,9 millones de euros hasta el mes de noviembre, el 3,8% menos que en el mismo periodo del año anterior. La bajada recaudatoria en el conjunto de España es del 9%.

El impuesto que más recursos aporta al Estado, el IRPF, proporción 2.098,5 millones, el 4,4% más. Fue, junto con el testimonial Impuesto sobre la Renta de No Residentes (12,9 millones, el 1,5% más) el único que evolucionó al alza.

El que más retrocedió fue el IVA, víctima de los cierres, restricciones y confinamientos. Su recaudación cayó a 1.126,5 millones, el 13,7% con respecto a los once primeros meses de 2019, en línea con el 12,1% de media nacional. Por razones parecidas, el desplome de la actividad productiva al fin y al cabo, el Impuesto de Sociedades vio recortada su contribución hasta los 494,3 millones de euros, el 4% menos. En el conjunto de delegaciones, la caída de este tributo es del 35,4%.

Los Impuestos Especiales no ofrecen volúmenes de ingresos comparables con el ejercicio anterior debido a desfases en el ritmo de cómputo, mientras que el Tráfico Exterior aporta al fisco hasta noviembre 11,2 millones, el 33,2% menos.

Explica la Agencia Tributaria que la tendencia de los ingresos continuó siendo de lenta recuperación en el undécimo mes del año y en apartados como las retenciones del trabajo de grandes empresas, IVA bruto y los Impuestos Especiales sobre Hidrocarburos y Electricidad los ingresos volvieron a recortar sus pérdidas. A ello se sumó el impacto positivo del segundo plazo de la cuota a ingresar del IRPF del ejercicio 2019, cuya declaración se presentó a finales de junio.

En realidad, los ingresos por IRPF a escala nacional aumentaron hasta noviembre un 1%, aunque disminuyen un 0,3% si se miden en términos homogéneos.

Las medidas aprobadas con el objetivo de paliar los efectos de la pandemia de covid tienen un impacto negativo en la recaudación cifrado en 1.227 millones de euros en lo que va de año, de los cuales unos 25 millones corresponden a Castilla y León. En noviembre este impacto sufrió un fuerte retroceso debido a la recuperación de ingresos que habían sido aplazados por la covid u otras razones extraordinarias.

En Sociedades, la caída es más intensa en las grandes empresas y grupos (33%) y más en estos últimos (42%), condicionados por la caída de los beneficios. En las pymes la caída ronda el 9% en el año, descenso más reducido porque la mayoría calculan el pago según su última cuota anual.

En cuanto al IVA, los ingresos brutos aumentaron en noviembre (5,1% a nivel nacional), por primera vez desde el mes de marzo, pero prácticamente todo el incremento se produjo por el ingreso de los aplazamientos solicitados en abril y mayo.