Cuando a los más pequeños también les huelen los pies
Tener una buena higiene, utilizar calcetines de algodón y calzado de piel mejora el 'problema'. Los desodorantes son solo recomendables «a partir de los 8 años»
«A los más pequeñines también les pueden sudar los pies, pero es a partir de los 8 o 9 años, por regla general, cuando ... el olor empieza a ser palpable», explica la podóloga vallisoletana María José Carballo. «Por ese motivo, siempre deberemos tratar de cuidar los pies con mucho mimo llevando a cabo una serie de buenos hábitos de higiene«.
Existen en el mercado una amplia gama de desodorantes que pueden ayudar a mejorar el tufillo que desprenden los tachines de los más pequeños de casa, pero antes de ir a la farmacia o al supermercado, es recomendable seguir las indicaciones de los especialistas. Desde el Colegio Oficial de Podólogos de Castilla y León aseguran que «para neutralizar el olor» funciona seguir «los típicos remedios naturales»:
1
Limpiar y secar correctamente los pies de nuestros hijos y enseñarles progresivamente para que, poco a poco, puedan realizarlo ellos solos nos ayudará a prevenir muchos problemas futuros y a concienciarles de la importancia de estos cuidados. Siempre, hay que prestar especial atención a las zonas que están entre los dedos.
2
Vigilar las uñas y cortarlas cuando sea necesario manteniendo la forma recta pero sin apurar en exceso para que no se encarne.
3
Los calcetines deben ser de algodón para que absorban mejor el sudor. Si al niño le sudan mucho los pies, será necesario cambiarle los calcetines varias veces al día.
4
Utilizar un calzado confeccionado con materiales de calidad para que el pie transpire correctamente. Los más adecuados serían los de piel.
5
Que puedan caminar descalzos alguna vez también resulta beneficioso para los niños. Aprovecha las superficies más cálidas o déjales puestos unos calcetines.
Sin con agua, jabón y un buen secado el 'problema' no mejora, es el momento de buscar otras alternativas, como los desodorantes. Pero «nunca antes de los 8 años» y siempre productos «apropiados a su edad», asegura María José Carballo.
En concreto, explica la delegada de COPCYL en Valladolid, hay que decantarse por «comprar uno de las líneas infantiles de firmas cosméticas especializadas». Se trata, por tanto, de desodorantes específicos para niños que se identifican porque no contienen ni parabenos, ni aluminio, ni tampoco triclosán (un agente antibacteriano y fungicida). Además, son fórmulas que están libres tanto de alcohol y de perfume, «ya que de esta manera no dañan la piel de los más pequeños de la casa, que suelen ser aún muy sensible».
No hay que olvidar, que deben ser artículos de higiene que se presenten en formato roll-on o en crema y «que no incluyan la denominada 'acción antitranspirante'», que bloquean los conductos de las glándulas sudoríficas para regular la transpiración, recomienda la podóloga.
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