El 17% de las zonas de salud están a más de una hora de una unidad de ictus

Castilla y León arrastraba años de carencias, le faltaba un buen mapa de recursos para tratar con la urgencia que exige un ictus en Castilla y León. Pocos neurólogos, escasa implantación del Código Ictus y apenas hospitales preparados para dar respuesta en una comunidad enjececida y dispersa. Un acúmulo de riesgos. Aunque todavía queda labor por desarrollar, en los últimos años, incluso pese a la pandemia, la capacidad de respuesta asistencial de Sacyl ha mejorado y algo la de la dotación de centros rehabilitadores; pero las plazas de los mismos son escasas, muy por debajo de las crecientes necesidades y con poca oferta pública o al menos concertada.

La Consejería de Sanidad se plantea extender las unidades para tratar estos accidentes cerebrovasculares y, aunque no todos los complejos asistenciales con unidad sean Centros Terciarios de Ictus de referencia para el resto y capacitados para realizar tratamientos de alta complejidad y de resolver cualquier problema de los pacientes con patología cerebrovascular, sí estarán preparados para la aplicación de la trombólisis, es decir, un tratamiento farmacológico para disolver coágulos de sangre. En caso de precisar una terapia endovascular o de infarto maligno, que requiere neurocirugía, el afectado es derivado al centro de referencia.

El proyecto Teleictus con dispositivos de Telepresencia convertirá en centros útiles de ictus a todos los centros asistenciales de la comunidad, con independencia de su nivel asistencial, pero la dispersión geográfica de la comunidad condiciona que el porcentaje de zonas básicas de salud con acceso a una Unidad o Equipo de Ictus en la isócrona de 60 minutos sea del 83%. Es esta una región muy dispersa, con importantes zonas de montaña y localidades alejadas de municipios importantes. Otras como el País Vasco logran atender en 30 minutos a la inmensa mayoría de su territorio y lo poco que se escapa nunca llega a los 60 minutos. Así lo revela la evaluación del Ministerio de Sanidad en su informe de la Estrategia en Ictus del Sistema Nacional de Salud 2022.

Esta misma revisión recoge que la comunidad oferta «en su Cartera de Atención Primaria los servicios de prevención y promoción de la salud de forma longitudinal desde la infancia hasta la atención de las personas mayores, y tienen como criterio de calidad controles de presión arterial con periodicidades diferentes según la edad. Incorpora también diferentes indicadores sobre hipertensión arterial e ictus». Asimismo, recoge que en los centros de salud potencian mucho la adherencia terapéutica en todos los servicios, tanto de actividades preventivas en las personas mayores como de patologías crónicas y concretamente en el servicio de Atención a la persona con tratamiento anticoagulante, aunque no específicamente en el tratamiento del ictus. «Las dificultades encontradas tienen que ver con que la instauración de la receta electrónica ha supuesto una disminución de las consultas en las que el personal de enfermería aprovechaba para realizar adherencia terapéutica al aportar las recetas. Este aspecto se está trabajando con la instauración de medidas en la aplicación informática que establezcan visitas para la adherencia, conciliación farmacológica y educación para la salud y autocuidados», recoge el Ministerio de Sanidad.

Castilla y León tiene establecida una Red de Referencia y Nodos de Ictus, que se publicará en la 'Estrategia de atención al ictus en Castilla y León'. Dispone de la prestación Teleictus con dispositivos de telepresencia con pantallas y cámaras web de muy alta resolución. Al mismo tiempo, el anillo Radiológico de Sacyl conecta los catorce hospitales de la comunidad y permite el acceso a las imágenes radiológicas de cualquier paciente. Este sistema permite una valoración neurológica urgente remota del paciente por parte del neurólogo ubicado en el Centro de Referencia a través de videoconferencia, pudiendo indicar la administración de tratamiento trombolítico endovenoso, si es necesario, tras la valoración del TAC craneal realizado en el hospital de origen a través del anillo radiológico del Sacyl y la revisión de su analítica. De esta manera, se puede iniciar la terapia en el hospital de origen mientras se traslada al paciente al hospital de referencia, disminuyendo el tiempo en la instauración del tratamiento en una patología tiempo-dependiente como es el ictus.

Ávila, Zamora y Palencia, centros satélites, tienen como hospitales de referencia al Clínico Universitario de Valladolid y al Complejo Asistencial de Salamanca donde se han implantado nuevos dispositivos de Teleictus de Telepresencia. En cuanto a Segovia, Sacyl puso en marcha la Unidad de lctus en el año 2019, sobre la base del Equipo previamente existente.

También se ha producido un incremento en la dotación de camas específicas para estos pacientes en las unidades de ictus, actualmente se dispone de seis camas en la de Burgos; cinco en León; seis hay habilitadas en la Unidad de Ictus de Salamanca, respecto a las cuatro iniciales existentes en 2017; seis en el Clínico de Valladolid, que fue ampliada en 2017 y tres en Segovia.

En Soria, los pacientes con ictus reciben cuidados en un área específica del Servicio de Neurología, con sistemas de monitorización continua durante su estancia y bajo protocolos individualizados en función del tipo de ictus que le afecte. Se aprobó enabril de 2021 aunque funcionaba funciona desde hace años el llamado 'Código Ictus'.

Los Servicios de Neurología de Sacyl han pasado de 73 facultativos en 2009 a 84 en la actualidad, en plantilla orgánica; lo que supone una ratio de 3,58 neurólogos por cien mil, cifra que se encuentra por encima de la mínima recomendada por la Federación Europea de Sociedades Neurológicas, situada en al menos tres, destacan fuentes de la Consejería de Sanidad. No obstante la media nacional, de 5,9, es muy superior.