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Henar Gómez Sandonís, Pilar del Soto y Lourdes Martínez, antes del debate sobre las prestaciones, en el Centro Cívico de Arturo Eyries. :: Henar Sastre
¿En qué se diferencia un asistente personal, un auxiliar de ayuda a domicilio y un cuidador?

¿En qué se diferencia un asistente personal, un auxiliar de ayuda a domicilio y un cuidador?

Los dependientes que eligen la asistencia personal se duplican en solo dos años

Ana Santiago

Valladolid

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Martes, 13 de noviembre 2018, 07:52

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La Ley de Dependencia contempla la asistencia personal como una prestación más y es, además, prácticamente la única que impulsa la autonomía. Sin embargo, hasta hace poco no era más que un par de palabras más en la cartera de servicios que ni se comprendía ni se demandaba. Aun ahora tiene un bajo desarrollo en toda España e, incluso, en Castilla y León donde el impulso ha sido más determinante aún está en sus albores.

La comunidad registra actualmente ya 737 personas con dependencia que han optado por esta prestación, el 0,6% de los 89.875 reconocidos bajo el amparo de la ley, son más del doble que hace dos años con 309 (0,28%) y se contaban con los dedos al principio de la normativa en 2006. No es suficiente para el sector que se encuentra con la necesidad de impulsar esta figura y, sobre todo, reclama el presidente de Predif, Francisco Sardón, de compatibilizarla con otras prestaciones de la ley no solo por normativa sino poder costeárselo. Porque, y en ello insiste este portavoz el sector, «lo importante es entender que no sustituye a nada sino que lo complementa» y «que la asistencia personal «no es la solución para todo ni para todos»;pero es la figura que «mejor impulsa la independencia y la contribución en la sociedad dado que facilita el trabajar o estudiar».

La Ley de Dependencia puso sobre la mesa esta nueva prestación que coexiste con la ayuda domicilio y el cuidador institucional (o en el hogar) que arrastran una larguísima trayectoria en Servicios Sociales, muy anteriores a esta normativa. Las tres figuras se solapan en parte, tienen puntos de encuentro;pero también marcadas diferencias. Para analizar y debatir estas confluencias y las distancias, Predif organizó ayer su segunda jornada sobre asistencia personal en el Centro Cívico de ArturoEyries. Además de otras intervenciones al respecto, tres trabajadores desgranaron las características de cada figura en un encuentro moderado por Ruth Álvarez, coordinadora de esta servicio en Predif.

Predif organiza una jornada para comprender las diferencias entre las tres prestaciones de atención directa al discapacitado o al mayor

Lourdes Martínez Blanco tiene la doble experiencia al ser asistente de dos personas y auxiliar de ayuda a domicilio de otras dos;pero su participación en el debate fue para abordar esta segunda figura.

Esta trabajadora explica que este tipo de asistencia social «tiene unos horarios muy concretos y las tareas dependen del médico y del centro de referencia en función de unas escalas de valoración». Destaca que «nos asignan unas horas y un cometido a realizar en las mismas que suelen incluir el aseo, vestido, alimentación... o, al menos, la supervisión de todo ello. Depende claro del grado de falta de autonomía, de la persona y la edad. Tiene incluido, sobre todo cuando no hay familiares que puedan estar pendientes de ello, el seguimiento de la medicación». En ocasiones, aunque el lugar propio de desarrollar estas funciones es la casa, estas auxiliares también se encargan da las compras, ir a la farmacia o asegurarse de que siguen la dieta indicada por el facultativo.

El sector pide mejorar la compatibilidad de esta figura con otras ayudas y servicios de la ley

Explica Lourdes que «son muy pocas horas, muy pautadas y sobre todo preparamos a la persona para que llegue a tiempo, por ejemplo, al transporte para acudir a su Centro de Día». En este caso, si por alguna razón el tiempo se acorta o se suspende un día concreto, estas horas no se recuperan en otra fecha. Esta figura podría coincidir con el asistente personal «en las labores de acompañamiento al médico o a hacer gestiones, apoya algo también la autonomía e impulsa la sociabilización, coopera en retrasar el deterioro. Cuando son personas mayores y con deterioro cognitivo nosotros marcamos las pautas, con la familia, y si están en condiciones procuramos que lleven una vida más divertida, paliar su soledad o animar e, incluso, llevarlos a que vean a un amigo». Otra diferencia es que la auxiliar lo asigna el sistema y atiende solo a la persona asignada, salvo en los casos de unidad familiar donde puede serlo la pareja y entonces son más tareas y horas».

La asistencia y sus compatibilidades

Desde el año 2015, la Consejería de Familia e Igualdad de Oprtunidades hizo compatible la eleccón de la Asistencia Personal con otras prestaciones del catálogo de dependencia. Concretamente con:

- Teleasistencia

- Ayuda a domicilio de carácter no esencial, cuando su prestación principal es asistencia personal. De 11 a 20 horas mensuales dependiendo de la necesidad de cada persona.

- Servicio de promoción de la autonomía personal de baja intensidad. Máximo 11 horas al mes.

- Atención residencial para personas con discapacidad. A través de la prestación doble vinculada. En este caso concreto la normativa (ORDEM FAM/6/2018 de 11 de enero): Art. 30 punto 7 recoge que «El servicio de atención residencial permanente, cuando se considere el recurso idóneo para personas con discapacidad y la atención prestada por el centro no sea completa, es compatible con el servicio de centro de día o, en su caso, con el servicio de promoción de la autonomía personal o con el servicio de asistencia personal». Quedarían fuera los ancianos.

- Cuidados en el entorno familiar en el caso de menores de 18 años.

Pilar del Soto Navas desarrolla su trabajo en la residencia de personas con discapacidad de Aspaym, en Valladolid, como cuidadora. Su función, desgrana, «es la de proporcionar en definitiva bienestar a estas personas, fomentar su autodeterminación y mejorar su forma de vida, facilitar que se corresponda con sus deseos. Lo que marca una institución es que hay horarios porque son muchas personas y no puede ser de otra manera; pero luego nos adaptamos a cada persona y sus necesidades, gustos y sueños. Hay actividades que pueden ir o no, varios menús, hasta la temperatura del agua de su baño pueden elegir».

El modelo de esta residencia, no es habitual, es el de diseñar con el propio interesado, un informe saber su plan de vida, con la intención de que lo que haga cada día le conduzca a él, con revisiones semestrales para ver qué se ha cumplido y qué falta». El cuidador residencial, y similar el de domicilio, también controla y facilita la medicación, se encarga del aseo;pero también de facilitarle el ocio y las actividades;pero, todo ello, dentro del centro, sin salir; aunque se fomenten las relaciones y la convivencia.

La asistencia personal no son cuidados. No decide un equipo profesional qué se hace ni cuando sino el propio interesado que, además, ha seleccionado con una entrevista entre varios candidatos. El horario se flexible «como si hubiera una bolsa de horas y se tirara de ella. Si un día se necesita menos no se hace y al siguiente pueden ser más. Eso sí con el máximo del contrato establecido con al entidad en concreto, en mi caso Predif», explica Henar Gómez. Insiste en que la «relación no es de amistad ni de cariño ni siquiera de compañía, es alguien que facilita lo que la persona no puede hacer por sus limitaciones».

■ LAS DIFERENCIAS

• Henar Gómez Sandonís. Asistencia personal

- Lugar. En cualquier parte al incluidos estudios, trabajo, ocio, compras...

- Horario. Flexibilidad de horas y días con el tope máximo de lo contratado al mes. Si un día no se hace ninguna pueden usarse en otro momento.

- Tareas. Cualquiera que necesite el beneficiario desde estar en casa hasta salir de tiendas, a un congreso, estudiar o trabajar. Si, porejemplo, quiere viajar, el asistente lo acompaña.

- Quién toma las decisiones. Este es el principal rasgo diferenciador. En el caso del asistente es el beneficiario quien dice qué quiere hacer, cómo y cuándo; solo el manda y es una relación totalmente laboral, profesional. Además, elige a su asistente entre candidatos.

• Lourdes Martínez Blanco. Ayuda a domicilio

- Lugar. Básicamente en casa, en el hogar del interesado; aunque puede hacerle las compras.

- Horario. Totalmente establecido para unas funciones muy concretas, el mismo cada día y si no se hacen se pierden.

- Tareas. Las establecidas, y muy pautadas, por el médico y el centro de referencia. Habitualmente el aseo, la alimentación y la medicación. Si quisiera viajar sería con familia o amigos.

- Quién toma las decisiones. Un equipo profesional formado por el médico de cabexcera y el trabajador social, contando con la familia y, si está en condiciones, con el propio dependiente. El beneficiario no tiene la opción de escoger al personal que va a su casa.

• Pilar del Soto Navas. Cuidados residenciales

- Lugar. La residencia, solo sus espacios y actividades.

- Horario. El centro impone horarios de rutina para las comidas o aseos y en tres turnos, están cubiertas las 24 horas del día.

- Tareas. Además de aseo, alimentación y control de la medicación, el facilitar que pueda hacer incluso fuera de la residencia lo que quiera; pero sin acompañarlos. Si quisiera viajar sería con familia o amigos.

- Quién toma las decisiones. La dirección del centro y el equipo profesional; aunque según la residencia, la persona mayor o con discapacidad puede participar en mayor o menor medida. No elige quien lo atiende.

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