El nuevo rostro de Ciudadanos en Castilla y León releva a Luis Fuentes, presidente de las Cortes, y tendrá que manejar la inmensa sombra pública ... de un Francisco Igea vicepresidente, portavoz y consejero. Gemma Villarroel (León, 1980) habló ya con Fuentes, cuenta con él «para trabajar conjuntamente», y con Igea. «Nos apoyamos», dice. Aunque ni uno solo de los fieles del perdedor de las primarias forma parte de la veintena de elegidos del comité ejecutivo de esta militante leal a Inés Arrimadas.
-¿Ha hablado con Francisco Igea?
-Sí, hablé antes de mi nombramiento y después. Y creo que los dos nos apoyamos mutuamente. Estoy muy contenta y satisfecha con las políticas que está llevando a cabo en la Junta de Castilla y León, dentro de esos cien puntos que se firmaron con el PP, y le he trasladado que cuenta con todo nuestro apoyo para ejecutar esas iniciativas y para promocionar iniciativas nuevas o enfrentarnos a un problema tan grave como el de la covid. Y él lo mismo, me ha dado apoyo y ánimos y creo que podemos hacer un buen equipo juntos.
-Llama la atención que no entrara nadie de la cuerda de Igea en ese comité ejecutivo en el que se encuentran veinte personas.
-Hay personas como Marta Sanz, que ocupa una de las secretarías importantes, la de Comunicación, que en la campaña de primarias apoyó a Igea, por ejemplo.
-Aunque luego se desmarcó.
-Bueno, es que las primarias fueron las primarias, como es normal cada uno defiende su postura. Francisco Igea defendía unos estatutos y una estrategia diferentes a las de Inés, que ganó por más de un 75%, y después de eso se acaban las primarias y lo que hay que hacer es avanzar en la misma línea. Y creo que Igea lo tiene claro en ese aspecto y nosotros también. Y él me ha transmitido que casi se siente más a gusto fuera de este órgano porque no deja de representar y ejecutar esta estrategia y estos estatutos que él no compartía. Con lo cual, creo que está cómodo donde está, haciendo de portavoz del Gobierno de la Junta de Castilla y León, de vicepresidente y llevando todo este tema de la Sanidad, la Transparencia y la Reordenación del Territorio y tiene mucho trabajo y muchas ocupaciones.
«En Cs siempre tenemos las puertas abiertas para entrar a todo el que quiera aportar, y también para salir»
-No será fácil integrar a unos derrotados en primarias que son a su vez miembros del Gobierno de la comunidad, desligados de la corriente que está representada en las Cortes…
-Es una cuestión de voluntad. No digo que sea fácil, pero tampoco difícil. Hay que tratarlo con normalidad. La discrepancia es algo muy normal, y opinar de manera diferente. Y este partido no ha demostrado en ningún caso dejar cadáveres. Con la gente se cuenta igual y no hay ningún tipo de venganza por un apoyo, ni mucho menos. No he tenido esa sensación en los cinco años que llevo en este proyecto. Es una de mis labores, eliminar esa sensación que se puede tener desde fuera de desunión o de que quedan rencillas tras las primarias, que no creo que sea tanto como se ve desde fuera.
-A nivel nacional es un partido que ha perdido muchos referentes del principio, que se desmarcaron de la línea principal y se fueron saliendo.
-Es algo normal. En Ciudadanos siempre tenemos la puerta abierta para entrar a todo el que quiera aportar, con propuestas y experiencia personal, y también para salir si en algún momento no se sienten representados. Es algo que hay que empezar a normalizar, nadie es esclavo de unas siglas. Precisamente las personas que formamos parte de este proyecto tenemos esa libertad de entrar o salir si consideramos que ya no es el proyecto por el que nos sentimos representados. Y si han decidido quedarse es porque creen que el proyecto aún merece la pena. Yo siempre he estado de acuerdo con el partido porque he opinado así, no porque haya sentido ningún tipo de obligación, y siempre he podido decir en todos los foros de trabajo o asambleas la opinión que me ha parecido.
-Desde ese punto de vista, ¿ve a Igea dentro de tres años en Ciudadanos?
-Es una decisión personal. Hay muchos cambios en la vida, tanto personales como profesionales, y la realidad es que él, de momento, a pesar de que no son sus estatutos ni su estrategia, se sigue viendo representado por estas siglas. Si no, ya lo habría dejado.
-¿Se ve en los carteles de candidata a la Presidencia de la Junta en 2023?
-De aquí a 2023… Hay una pandemia, así que imagine lo que puede pasar.
-Pero el curso político sigue su camino.
-En política, de un día para otro pueden suceder muchas cosas. Me voy a centrar en el día de hoy, en el trabajo y el esfuerzo, en todo lo que estamos pasando, en superar esto, mejorar aportando a nivel local y de provincia como de comunidad autónoma. Y en todo lo que me pida el proyecto. Para eso me metí en política.
«Somos un partido del siglo XXI, podemos aceptar propuestas de un bando o de otro si son buenas para España»
-En tiempos políticos, el último año de mandato ya es de campaña electoral y para entonces hay que tener clara la apuesta. Y usted tiene un partido que hay que recomponer, con dos patas diferenciadas, en el Gobierno y en el partido.
-Tengo que hacer llegar a la sociedad que somos el partido que somos, de unión y de la misma línea y del mismo proyecto y que todos somos de Ciudadanos. Que es lo que no se está viendo pero que es lo que ocurre dentro de la formación, con sus discrepancias y sus debates, pero como los hay a nivel familiar o entre amigos. Quiero lanzar un mensaje de tranquilidad y de coherencia. Y con respecto a lo otro, nunca he sido partidaria de hacer campañas electorales de un año. Es más, en las últimas municipales, cuando no hice campaña fue en los últimos meses antes de las elecciones, sino que para mí tiene que ser todos los días con el trabajo.
-Pero usted se tiene que dar a conocer en Castilla y León desde su trabajo en León y con dos cabezas como el presidente de las Cortes y el vicepresidente de la Junta. ¿Cómo lo va a hacer?
-Pues con mucho esfuerzo y mucho trabajo que soy consciente que me va a tocar hacer. Madrugando mucho, llegando muy tarde y cubriendo todo lo que pueda.
Gemma Villarroel.
Henar Sastre
-Ciudadanos necesita referentes nuevos para reconstruirse tras haber sufrido un palo muy fuerte. Los sondeos en Cataluña, por ejemplo, no son muy buenos, hablan de un descenso brusco de votos, de 36 escaños a 12-13.
-Cs intenta tener varias cabezas visibles y cuantas más, mejor. Estar en el centro es una situación muy complicada, en la que no das gusto a nadie pero a mi entender haces lo correcto. Que es lo que está haciendo Arrimadas en Madrid. A pesar de no gustarnos la gestión de Sánchez, tendemos la mano para hacer unos presupuestos con sentido, aceptados por Europa y que no dependan de los votos independentistas, de Bildu, regionalistas y populistas. Es una posición muy complicada pero que la gente va a saber valorar. Somos un partido del siglo XXI. Podemos apoyar unas propuestas de cualquier bando si son buenas para España. En Cataluña hemos antepuesto los intereses de los catalanes, de todos, que hay una mayoría constitucionalista, para intentar apartar a la mayoría independentista, que solo se preocupan por los catalanes que apoyan al independentismo. Y hemos propuesto la suma de los partidos democráticos que apoyan el constitucionalismo.
-Habla de que se puede pactar a un lado o a otro, pero lo cierto es que todos los pactos fueron hacia el mismo lado. Quizá por ahí está la clave del castigo electoral.
-Cuando Rivera apoyó la primera vez a Pedro Sánchez nos criticaban porque éramos de izquierdas. Cuando no sale porque Podemos lo rechaza, se presenta Rajoy como candidato y apoyamos con unas exigencias de nuestro programa electoral. Y se nos tilda de derecha. Al final, Cs siempre es criticado donde quiera que vaya. Es el concepto que hay que cambiar. El concepto de veleta tiene que empezar a ser algo positivo. La veleta indica dónde sopla el viento, la dirección correcta. Nosotros no podemos perder esa perspectiva, esa visión, y creo que la gente lo va a entender.
Villarroel, asomada a la ventana de la sede regional de Ciudadanos.
Henar Sastre
-Pero se apostó por cambiar en Andalucía y sin embargo no en Castilla y León, donde se impuso el pacto con el PP desde Madrid.
-Se hizo un acuerdo de socio preferentes que era el PP. Porque al final tienes que gobernar para poder demostrar. Si no gobiernas tienes un margen de maniobra muy estrecho, no puedes demostrar a la gente en qué eres diferentes. Y que nuestro socio prioritario fuera el PP fue porque nos permitía gobernar en más sitios. Y eso es importante. La llegada de profesionales a la política se tiene que demostrar. En Andalucía es el primer año que tenemos superávit en las cuentas y eso nos dará buenos resultados electorales y las personas lo sabrán valorar. Pero es tan lícito como cuando Sánchez, en las primeras elecciones, anunció que su socio preferente era Podemos. Es algo normal. No creo que haya que penalizar a Cs por eso.
-Han tenido problemas en Valladolid con la salida de algunos concejales de Valdestillas o Medina del Campo, por ejemplo, del partido. Es Cs un partido con poca implantación en el medio rural, ¿es una de las cosas a cambiar? Parece complicado.
-Cs tiene la puerta abierta para entrar a todo el que quiera participar y para salir si no te sientes representado. Somos un partido liberal y la libertad está por encima de todo. No entro a juzgar por qué se van. Simplemente no están, es su decisión y hay que respetarla. Somos un partido joven, llevamos cinco años en el ámbito nacional y competimos con partidos que llevan 40 años, en el caso del PP, y más de cien en el caso del PSOE. La implantación territorial de estos dos grandes dinosaurios es muy fuerte. Cs tiene que empezar a realizar ese trabajo. Aun así, lo que se ha conseguido, de candidaturas presentadas y representaciones en ayuntamientos y diputaciones, es mucho para los cinco años que llevamos, pero queda un trabajo grande por hacer. Y en los pueblos es complicado tener representatividad. Porque a la población le cuesta mucho significarse con unas siglas, la política está totalmente denostada y no es por culpa de Cs. Nuestro surgimiento fue precisamente por el hartazgo que teníamos. En los municipios más pequeños es muy complicado encontrar a gente competente, que quiera participar, honesta, trabajadora, que quiera dar un paso al frente con esta marca y que no pertenezca ya a estos partidos. También es cierto que es una opción alternativa, nueva, de centro, moderado, liberal en lo económico y progresista en lo social, con la que mucha gente se siente representada. Y mucha gente que antes estaba con otras formaciones se viene a Cs porque se siente representada.
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