Tarta de tres chocolates, clásica y sencilla

Para elaborar la tarta serán necesarios como ingredientes principales tres tipos diferentes de chocolate: negro, con leche y blanco. Uno de los truquitos está en escoger una buena calidad de chocolate, ya que el resultado final merecerá la pena. Además, será necesario incluir en el listado de productos la nata líquida para montar, leche, cuajada en polvo, galletas tipo maría y mantequilla. A mayores no puede faltar la decoración final.

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El primer paso en la elaboración de la receta se centrará en el preparado de la base. Se trituran las galletas con un robot de cocina o pasando un rodillo metiéndolas antes dentro de una bolsa de plástico. Cuando estén en polvo fino, se les añade la mantequilla derretida y se forma una masa. Esa masa se irá pegando en la base de un molde para tartas desmontable y, luego, se reserva en la nevera.

Más tarde, llega el turno de preparar la primera capa de chocolate. Se utiliza el chocolate negro que se deposita en una cazuela para calentar con la nata y cien mililitros de leche. La otra mitad de la leche se deja para disolver el sobre de la cuajada, vigilando que no queden grumos. Una vez que esté caliente la mezcla de la cazuela y en estado totalmente líquido, se añade el resto de la leche con la cuajada disuelta y se lleva a ebullición sin dejar de remover a ebullición. Es importante que hierva para que la cuajada funcione y la crema quede sólida. Cuando esté listo, se vierte la crema de chocolate negro encima de la base de galleta y se deja reposar para que vaya cuajando mientras preparamos la del chocolate con leche.

Para preparar la crema de chocolate con leche, se siguen exactamente las mismas instrucciones que para el anterior, lo único que cambia es el tipo de chocolate. Una vez cocida esta crema, se vierte encima de la de chocolate negro. Hay que hacerlo con cuidado con una espátula para que no agujeree la capa de chocolate negro. Se deja reposar, mientras se prepara la capa de chocolate blanco. Se realiza por tercera vez el mismo proceso, pero con el chocolate blanco que será capa final.

Una vez completadas las tres capas, se deja un mínimo de seis horas en la nevera para que cuaje perfectamente. Pasado el tiempo necesario, se desmolda con cuidado una vez está bien fría. Ahora, llegará el momento de decorar la tarta. Hay multitud de alternativas: estrellas de colores, cacao en polvo, bolitas de chocolate, figuras de chocolate, incluso adornos comestibles. Con esto, la tarta está lista. Solo queda disfrutar de ella. Quien la prueba, repite…