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Arévalo celebra en la mitad de las Ferias la jornada en honor al patrón San Victorino Mártir

La festividad se iniciaba al medio día con la celebración de una misa solemne oficiada por el párroco de santo Domingo de Silos, Alejandro Cabrero

Fernando G. Muriel

Jueves, 7 de julio 2016, 19:14

Las Ferias y Fiestas de Arévalo han llegado a su 'ecuador' con la celebración de la festividad del patrón, San Vitorino Mártir, donde los actos religiosos han honrado a quien desde 1610 es junto a la Virgen de las Angustias el protector de la iudad, un mártir romano, cuyos restos trajeron a la entonces villa los jesuitas, para que poco después fuera proclamado como patrón.

La festividad se iniciaba al medio día con la celebración de una misa solemne oficiada por el párroco de santo Domingo de Silos, Alejandro Cabrero. A la celebración, bajo mazas, además de la corporación municipal el Pleno, encabezada por el alcalde que para esta ocasión portaba el bastón de mando, acudieron el presidente de la Diputación, Jesús Sánchez cabrera, el ex presidente de las Cortes de Castilla y León, José manuel Fernández santiago; así como otras autoridades y alcaldes de la comarca, quienes acompañaron a los cofrades y a los fieles en la procesión que recorrió el casco antiguo de la ciudad.

Historia

San Vitorino, según la tradición, fue un ciudadano romano, hermano de San Claudio y tío de San Sinforiano, los cuales se convirtieron a la fe cristiana influidos por las predicaciones de San Sebastián. Lo prendió en Roma Fabiano, prefecto de la ciudad, quien lo condenó a morir lanzado al mar, atado con grandes pesas.Rescatado su cuerpo por los cristianos, fue sepultado en las catacumbas de San Sebastián. Allí permaneció hasta el año 1606 en el que con autorización del Papa Pablo V fue encontrado y traído a España por el jesuita Hernando de la Bastida. Después, a instancia del también jesuita Ricardo Haller, confesor de la reina Margarita de Austria, se entregó en secreto el cuerpo de San Vitorino al colegio arevalense de la Compañía de Jesús, el día 14 de octubre de 1608.

El día 7 de agosto de 1609, el Concejo y el Cabildo Eclesiástico de Arévalo, a petición de los Padres de la Compañía de Jesús, acordó pedir que se celebrase la fiesta del santo el día 7 de julio de cada año, y poco después, el día 10 de septiembre de 1610 el obispo de Ávila proclamó a San Victorino como Patrón de Arévalo y su arciprestazgo.

Tras la expulsión de la Compañía en 1767, la iglesia del colegio dedicada al Apóstol Santiago -y donde se veneraban las reliquias de San Victorino- fue convertida en la parroquia de San Nicolás de Bari, donde continuó su culto. Tras la reestructuración del año 1911 de las ocho parroquias arevalenses, quedaron las dos actuales: San Juan Bautista y Santo Domingo de Silos.

Fue en esta última iglesia donde quedaron depositadas las reliquias del patrón y, en 1952, tras la aportación de los fieles, la parroquia y el Ayuntamiento, se trasladaron las reliquias a la arqueta actual, donde también están las actas notariales de los traslados de los restos de 1813 y 1952.

Vitorino o Victorino

A lo largo de las diversas épocas históricas, el nombre ha variado de San Vitorino a San Victorino y viceversa, seguramente por influencia de las modas impuestas por la propia Iglesia Católica.

En los primeros documentos históricos, referidos a la solicitud y autorización para su proclamación como patrón de la entonces villa de Arévalo, el nombre utilizado es 'Santo Bitorino'. Posteriormente, y sobre todo a partir de finales del siglo XIX, la denominación que se utiliza es ya con «V» y se intercala una «c» quedando el nombre como Victorino, más acorde con el perfil «triunfal» que la religión católica fue implantando.

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