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Marcelino García Velasco y Carmen Casado. / A. QUINTERO
«Marcelino García Velasco no tiene el reconocimiento que merece»
CULTURA

«Marcelino García Velasco no tiene el reconocimiento que merece»

Carmen Casado Linarejos: Catedrática jubilada de Lengua y Literatura Española

FERNANDO CABALLERO

Miércoles, 19 de junio 2013, 13:48

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'La poesía de Marcelino García Velasco'. Este sencillo título abre paso al primer estudio monográfico que se ha escrito y publicado sobre el poeta palentino. La autora es la que fuera hasta el año pasado catedrática de Lengua y Literatura del Instituto Jorge Manrique Carmen Casado Linarejos, que cuando se jubiló dedicó los primeros meses a estudiar la poesía de Marcelino García Velasco, que nació en Palencia en 1936. Fruto de esa dedicación es el libro que ha editado la Diputación de Palencia y que este miércoles se presentará en el mismo instituto donde la autora estudió, primero, y posteriormente dio clase «He pasado medio vida en el Jorge Manrique», asegura. El acto tendrá lugar en el paraninfo a las 20:00 horas.

Carmen Casado explica así el origen de este libro. «Me gusta mucho la poesía de Marcelino. Cuando aún trabajaba, le dije que cuando me jubilara, lo primero que iba a hacer es un estudio de su obra, y cuando me he jubilado, es lo primero que he hecho», explica la profesora.

Casado siente interés por la poesía de García Velasco porque considera que es un buen poeta. «Tiene una obra amplia, bien cuajada y resuelta, con una gran voluntad de estilo y con una progresión muy bien hecha, que ha ido mejorando con el tiempo. Es un gran trabajador del lenguaje», asegura autora del libro.

Sin embargo, en su opinión, Marcelino García Velasco no tiene el reconocimiento que merece, y ofrece dos razones para ello. La primera es el carácter minoritario del género de la poesía. «Poca gente lee poesía. No hay más que ir a cualquier librería y ver el espacio que ocupan los libros de poesía. Siempre mínimo», se lamenta. La segunda razón la atribuye a la dificultad de encontrar las obras de Marcelino García Velasco, que es académico de la Institución Tello Téllez de Meneses. «Y si digo de Marcelino, digo de cualquier otro poeta palentino. No hay más que ir a cualquier librería y preguntar por algún título de poetas palentinos. Ni siquiera de José María Fernández Nieto. Yo no hubiera podido escribir este estudio si no hubiera sido porque el propio Marcelino me ha proporcionado sus libros. Me parece injusto y absurdo. Yo no sé si en Palencia no nos gusta dar a conocer los valores que tenemos. Realmente tenemos buenos poetas, y de entre los poetas vivos Marcelino ocupa una posición privilegiada», señala Carmen Casado.

La autora analiza la producción de García Velasco por etapas, y describe hasta cuatro. La primera es de iniciación, con libros como 'Tristeza amor acaso' (1961) y 'Ebriedad de tristeza' (1966). «Estos libros seguían la moda pseudoexistencialista, todavía heredera de las vanguardias de entonces, pero a partir de la 'La jornada' (1968), 'Tiempo atesorado' (1969) y 'Tierra arrumbada' (1973) es cuando se empieza a ver la verdadera creatividad de Marcelino, a centrarse en Castilla y en sus pueblos, en el hombre castellano, en el paisaje castellano, y empieza a mostrarse la verdadera personalidad del poeta que va a ser», asegura Carmen Casado.

La etapa de plenitud se alcanza con los libros que publica en las dos últimas décadas del siglo XX, entre los que destaca especialmente 'De la muerte y otros caminos cotidianos' (1997), con el que ganó el premio Fray Luis de León «me parece una obra extraordinaria», asegura. En la etapa final sobresalen 'Ellos me dan su luz' (1994), y 'Memoria del mirar' (2006), su último libro.

Carmen Casado destaca 'Al vuelo de tu nombre' (1988), porque es «el único libro de poesía amorosa que ha publicado García Velasco y que se encuentra ya en la etapa de plenitud».

La autora del estudio resalta la evolución experimentada por la poesía de Marcelino García Velasco. «A lo largo de su trayectoria, sí se aprecia un cambio en su obra, tanto en los temas como en la expresión. Al principio, intenta escribir una poesía comprometida, de testimonio, porque estaba de moda la poesía social en aquellos años en España, pero luego va evolucionando hacia un mayor intimismo y a un lirismo más profundo», asegura la profesora jubilada.

En este sentido, en el libro 'De la muerte y otros caminos cotidianos' hay un poema dedicado a la muerte de su madre, «que está logradísimo, muy bien hecho, muy sentido, escrito con el corazón, pero al mismo tiempo con una gran contención, sin caer en sentimentalismos ni en intentar pedir compasión».

Carmen Casado destaca el lenguaje del poeta, que es uno de sus rasgos más importantes. «Marcelino tiene un dominio del lenguaje extraordinario. Esa riqueza léxica que posee es uno de los grandes valores de su obra», asevera.

También destaca el dominio que tiene del ritmo poético. «Utiliza sistemáticamente el verso sin rima, el versículo. Busca el ritmo poético a través de otras posibilidades, como por ejemplo los encabalgamientos, las figuras de carácter fónico o las oraciones interrogativas intercaladas, que son una continua alusión al lector», explica Casado Linarejos.

Sin embargo, puntualiza que no es un poeta que haga un uso extraordinario de las figuras literarias, de la retórica. «No le interesa. Es un poeta de expresión sobria», sentencia.

Sobre los temas que aborda Marcelino García Velasco, Carmen Casado señala que arrancan en el compromiso y la preocupación social por la pobreza o el abandono de las tierras de Castilla, y han evolucionan hacia un mayor lirismo. «Hay un momento que nos vamos a encontrar con una poesía casi de corte existencial. La preocupación por la situación social de Castilla y la preocupación existencial la refleja muy bien a través del paisaje castellano. El paisaje se convierte en una especie de reflejo de sus preocupaciones», explica la investigadora, que añade que «en los últimos libros hay una preocupación por la soledad, por la muerte o por la pérdida de los seres queridos».

Carmen Casado defiende que su estudio no es una obra cerrada. «Con el libro no se ha dicho todo lo que la poesía de Marcelino contiene, ni muchísimo menos. Yo he querido llamar la atención sobre la importancia de la obra de Marcelino, para animar o incitar a otras personas a estudiarla», asegura, a la vez que reivindica la edición de las obras completas de los grandes poetas palentinos, y cita al autor al que ha estudiado y al fallecido José María Fernández Nieto.

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