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Las últimas horas del Arco
VALLADOLID

Las últimas horas del Arco

La Sociedad Alta Velocidad pacta con Adif un plan técnico para que los trabajos no corten el tráfico de trenes de viajeros Los técnicos tardarán tres meses en desmontar la estructura y lo harán de noche

VÍCTOR M. VELA

Viernes, 27 de noviembre 2009, 12:39

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Empecemos con una pregunta gancho: ¿cuántos ladrillos tiene el Arco de Ladrillo? Hay una respuesta, claro, y dos opciones para conocerla. La primera es contarlos. Uno a uno. Y vaya por delante que no es tarea fácil. La segunda -y más recomendable-, seguir leyendo. La solución llegará en el quinto párrafo. Prometido. La darán los responsables de Eypo Ingeniería, el estudio burgalés que se ha encargado de elaborar el informe definitivo con el que trabaja la sociedad Valladolid Alta Velocidad para desmontar el Arco de Ladrillo una vez que la ciudad se haya sumergido en plena operación para enterrar las vías del ferrocarril.

El estudio técnico -en el que se ha trabajado desde enero- ya tiene puesto el punto y seguido. Desde octubre. Y ha sido entregado a la sociedad gestora del soterramiento. También a Adif, el administrador de infraestructuras ferroviarias. Ambas entidades han mantenido ya la primera reunión, el pasado jueves 12, para acercar posturas. Para ver de qué manera y en qué plazos se va a desmontar el Arco de Ladrillo (y también de qué modo se volverá a colocar después, en la misma ubicación, una vez enterrada la cremallera ferroviaria). No va a ser sencillo. No sólo por la operación en sí, sino porque para ello habrá que coordinar muy bien los horarios y que los trabajos no interfieran en el tráfico de trenes. Y en ésas están.

Hay una cosa clara, y es que el desmontaje del Arco de Ladrillo se tendrá que hacer por piezas y de madrugada, que es cuando el tráfico de pasajeros por la línea pucelana se contrae hasta la mínima expresión (la Irún-Lisboa). No así el de mercancías, porque es a esas horas, desde la medianoche hasta las cinco de la madrugada, cuando la estación soporta el mayor tráfico de trenes no comerciales. Por lo tanto, la operación desmontaje deberá coordinar muy bien los horarios y determinar en qué franjas se dejarán sin tensión las catenarias (Adif plantea que los cortes no vayan más allá de una hora). «Si son necesarios cortes extraordinarios habría que definir con precisión un calendario y plantearlo con tiempo», advierten desde Adif, después de recordar que una cosa es el corte de vías y otro el eléctrico, ya que algunos trenes nocturnos son diesel.

La Sociedad Alta Velocidad ya ha anunciado que para ejecutar el desmantelamiento habrá que levantar dos armazones metálicos, paralelos al arco, uno a cada lado, con forma de pórtico, «que dejen aproximadamente 25 metros en horizontal por ocho metros en vertical». Esta estructura, aconsejan desde Adif, deberá mantener dos metros de distancia mínima hasta la catenaria (tres en el caso de las de ancho internacional).

A partir de ahí, se procederá al desmontaje. Primero -y aquí viene la respuesta prometida en el primer párrafo- de los 147.276 ladrillos que conforman el arco. Esta fase se haría de forma escalonada, comenzando por el centro y bajando, paulatinamente, hasta la base de mampostería (no sólo de la zona que se ve, sino también de la que está oculta). Lógicamente no se haría ladrillo por ladrillo, sino por grandes bloques de unas veinte toneladas de peso, tal y como confirma José Antonio Martínez, responsable del proyecto. Esta fase de desmantelamiento se prolongaría durante tres meses y para cortar los bloques se usaría hilo de diamante, la misma técnica empleada, por ejemplo, para facilitar el troceado del templo de Abu Simbel (Egipto) y su traslado. El hecho de que el material que hay que cortar sea ladrillo «complicará las cosas, ya que es más heterogéneo», dice Martínez.

Reconstrucción

Estas piezas serán perfectamente identificadas para que, una vez terminados los trabajos del soterramiento, se puedan volver a usar como las piezas de un puzzle para reconstruir el arco. Todo este material será almacenado, bien en una nave (con una superficie mínima de 400 metros cuadrados), bien al aire libre. «Se podría mantener perfectamente sin cubrir, ya que el propio arco está ahora a la intemperie», reconocen desde Alta Velocidad.

La reconstrucción vendría después y esta fase duraría otros tres meses (habría que sumar otros dos para la restauración). ¿Cuándo comenzarán todas estas operaciones? Aún no hay fecha. Primero habrá que cerrar los detalles prácticos sobre cómo llevarlo a cabo y cómo hacerlo para cumplir los parámetros de seguridad, pero no parece que se vaya a demorar mucho. Lo mismo que el presupuesto definitivo, cuya cifra final llegará el próximo mes.

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