Real Alcorcón

La bochornosa eliminación de la Copa del Rey del Real Madrid, reconvertido esta temporada con un desembolso multimillonario en jugadores, ha elevado al olimpo a un modesto equipo de Segunda. La debacle del Madrid merece una reflexión. Un proyecto que entraña una inversión de cientos de millones de una sociedad deportiva con 100.000 socios y que aspira al refuerzo de una marca señera, dentro y fuera de España, exige éxitos. El fútbol siempre albergará emociones que rebasan el mero negocio. Ante el Alcorcón, el Madrid naufragó frente sus ambiciosos objetivos, pero también en la obligación de buscar una excelencia que es algo más que la suma de individualidades con talento.