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Un hombre observa la fuente de la localidad de Quintanilla de Urz, que está sin documentar./ I. REGUILÓN
La ruta de las fuentes
ZAMORA

La ruta de las fuentes

Medio centenar de pueblos de Sayago, Aliste, Carballeda y Los Valles conservan fontanas de piedra con bóveda de cañón datadas desde la época romana hasta el siglo XIX

I. REGUILÓN

Lunes, 1 de septiembre 2008, 03:29

La provincia conserva un conjunto de fuentes de similares características a las que la tradición quiere dar un origen romano, si bien un estudio del 2006 promovido por la Junta de Castilla y León como parte del inventario arqueológico de la provincia data estas construcciones no más allá del medievo. Se trata de un modelo bastante extendido por toda la Península, pero que presenta especial concentración en las zonas más occidentales de Zamora, lo que no ha impedido que hasta ahora fueran prácticamente inéditas y que no hayan merecido un sólo estudio monográfico.

A pesar de la importancia que los manantiales tuvieron en el medio rural, tanto para abastecimiento humano como para abrevadero de ganado, sólo algunas de ellas, como las de Villamor de la Ladre, Nuez de Aliste o San Pedro de la Viña, han merecido referencias en folletos turísticos.

Los arqueólogos Angel Esparza, Flora González, Javier Larrazabal y Margarita Prieto recogen en el trabajo 'Fuentes abovedadas 'romanas de la provincia de Zamora' las primeras publicaciones referidas a estas construcciones, a las que Virgilio Sevillano fue el primero en prestar atención, aunque dándoles un origen romano.

Almaraz, Fermoselle, Luelmo, Muga de Sayago, Nuez de Aliste, Peñausende, Santa Clara de Avedillo, Villadepera y Villamor de la Ladre son algunas de las localidades que albergan estas fontanas

La bóveda de cañón es el elemento arquitectónico que más ha llevado a pensar que se trata de fuentes construidas bajo la dominación romana, así como el hecho de que algunas de ellas estén próximas a antiguas calzadas o restos de esa época.

Los autores distinguen varias categorías dentro de las fuentes abovedadas. Así, 22 de ellas están construidas con grandes bloques rectangulares de piedra. Son el grupo más numeroso, principalmente concentrado en Sayago, donde se pueden ver 17: la fuente de la Dehesa de Torre el Mut en Alfaraz, Fuente de la Lorenza en Almeida, Fuente de la Peral en Badilla, Fuente Nueva en Carbellino, Fuente de Beber en Escuadro, La Fontanica de Fariza, La Pocera de Fornillos de Fermoselle. En Moraleja de Sayago se encuentran cuatro: la Fuentona, La Fuente de la Majada, La Fuente de Abajo y Valcuevo. Roelos tiene las del Concejo, Peña el Horno y El Toral. Además, están la Fuente de Pelayos en Salce, Fuente de la Conceja y de la Era en Villamor de Cadozos.

En Aliste se encuentran cuatro ejemplos más, la Fontona de Brandilanes, Fuente Grande en Ceadea, Fuente Grande en Moveros y la Fuente de la Cantería en Matellanes. Todas ellas están construidas con granito gris.

Con pequeños bloques de piedra se catalogan dos fuentes de este tipo en la Carballeda, la fuente de la Era, en Fresno de la Carballeda, y la Fuente La Fragua en Rionegro del Puente. En algunos casos, la bóveda de cañón se incluye en un talud. De este tipo hay seis en la provincia, en San Román de los Infantes, Mombuey, dos en Cubillos y en Villafáfila, además de la Fuente Vieja de El Cubo del Vino.

Cubierta

En cinco fuentes, la bóveda de cañón se protege con una cubierta a doble vertiente, como ocurre con la existente en San Pedro de Ceque, aunque en la comarca de Benavente son más habituales las que ocultan la bóveda de cañón bajo cascajo irregular, como las ubicadas en los barrios de abajo y arriba en Brime de Sog, la de San Juanico el Nuevo y la de Matilla de Arzón.

Hasta ahora, a todas ellas se las daba un origen romano bien por su proximidad a yacimientos arqueológicos de esa época, como en San Pedro de la Viña, próximo a Petavonium, o a calzadas romanas, como esta misma, Brime de Sog, Figueruela, Moldones y Nuez. Sin embargo, el último estudio reserva ese origen para dos de ellas, la de San Pedro, situada junto al puente de Villárigo, en Villafáfila, y la de San Pedro de la Viña, en Petavonium.

De época medieval son las dos de Cubillos y la de El Cubo del Vino. De los siglos XVI y XVII eran las fuentes de Alcañices, Benavente y Valdefinjas citadas en los documentos pero hoy desaparecidas, además de las existentes en Muga, Nuez y Villadepera, mientras que la mayor parte de ellas corresponden al siglo XVIII. Del XIX y principios del XX Zamora conserva las fontanas abovedadas de Brandilanes, Carbellino, Ceadea, Fornillos, Moraleja de Sayago, Moveros y Villamor de Cadozos.

Su arquitectura singular, así como el papel que en su día tuvieron, las convierten en verdaderos símbolos de los pueblos que las conservan; si bien, aún faltan algunas por documentar, como ocurre con la de Quintanilla de Urz o Quintanilla del Olmo. Todas ellas merecen una atención y, ¿por qué no?, una visita. Es la manera de comprobar la riqueza patrimonial que guarda la provincia.

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