Conque, con que, con qué
MARÍA ÁNGELES SASTRE
Sábado, 24 de mayo 2008, 02:39
ESTA semana nos ocupamos de las formas conque (conjunción), con que (preposición + pronombre relativo) y con qué (preposición + pronombre o determinativo interrogativo-exclamativo).
Dado que son elementos en cuya formación intervienen los mismos fonemas y grafías, con cierta frecuencia viene repitiéndose en la lengua escrita la utilización de una forma por otra, lo que constituye una falta de ortografía. La distinción entre ellas tiene que ver, además de con aspectos fónicos de tonicidad y atonicidad (son átonas conque y con que y es tónica con qué), con cuestiones morfosintácticas de unión y separación de palabras.
Conque es una conjunción ilativa (o consecutiva) con la que se introduce una oración en la que se expresa una conclusión o una consecuencia que se desprende de algo que se acaba de mostrar. Generalmente se utiliza cuando el hablante percibe dicha conclusión como obvia o evidente, como en el ejemplo Es el único de nosotros que sabe inglés, conque solo él puede hacer la traducción.
Con el mismo sentido se utiliza también para indicar al interlocutor la conducta o actuación que se espera o desea de él, bien porque se desprende de lo dicho anteriormente o como consecuencia de ello. En este caso los enunciados suelen ser bruscos o descorteses: Vosotros no habéis pagado la entrada, conque largo de aquí; Ya llevas jugando más de una hora, conque ahora a hacer los deberes; El verano toca a su fin, conque a recoger los muebles del jardín.
En enunciados independientes y encerrada entre signos de interrogación o exclamación, esta conjunción introduce una oración en la que se expresa sorpresa o censura ante un hecho o realidad que se acaba de ver o conocer: ¿Conque te ha tocado la lotería!; ¿Conque trabajando, eh?; ¿Conque no tenías dinero!; ¿Conque fuiste tú!
Como prueba de que nos encontramos ante la conjunción, basta con conmutarla por así que en los tres casos anteriores y por por (lo) tanto, por consiguiente o en consecuencia en los dos primeros casos: Es el único de nosotros que sabe inglés, conque/así que, por tanto solo él puede hacer la traducción; Ya llevas jugando más de una hora, conque/así que/por tanto ahora a hacer los deberes; ¿Conque/Así que te ha tocado la lotería!
Los elementos que intervienen en la formación de con que son: a) por un lado, la preposición con y el pronombre relativo que; y b) por otro, la preposición con y la conjunción que.
En el primer caso, la interpolación del artículo entre la preposición y el pronombre es garantía de que estamos ante el pronombre relativo, por lo que debe escribirse en dos palabras y sin tilde. Si nos acostumbramos a incrustar siempre la forma correspondiente del artículo, el problema desaparecerá: Este es el bolígrafo con (el) que escribo las cartas; Todavía no hemos llamado a las personas con (las) que contamos para organizar todo; Ya he visto la película con (la) que tanto disfrutaste.
El segundo caso (preposición + conjunción) es algo más complejo porque entra en juego el régimen prepositivo de algunos verbos y expresiones (verbos y expresiones que exigen la preposición con). En los ejemplos Nos basta con que nos digas la verdad; Con que lean ustedes la introducción es suficiente; y Me conformo con que vengan los que tienen interés, la preposición viene exigida por el verbo.
La única prueba válida en este caso es conmutar la secuencia introducida por que por un comodín, como puede ser la forma neutra del demostrativo (esto, eso, aquello): Nos basta con eso; Con eso es suficiente; Me conformo con eso.
Finalmente, en la formación de con qué (la única de las tres que es tónica) intervienen la preposición y el pronombre o determinativo relativo-exclamativo. Son tres los contextos de aparición de esta formación: i) interrogativas directas (¿Con qué has escrito esto?; ¿Con qué piensan ustedes orientarse?); ii) exclamativas (¿Con qué modelito vienes hoy!; ¿Con qué poca gracia cuenta los chistes!); iii) interrogativas indirectas (No sé con qué ir al concierto; Hay que ver con qué posibilidades contamos; Nadie sabe con qué pintó el cuadro).
Es importante tener muy claros estos usos y estar alerta ante las posibles confusiones. En alguna ocasión hemos mencionado en esta sección que las faltas de ortografía desprestigian cualquier trabajo escrito y que apelar como disculpa a los «duendes de la imprenta» a estas alturas ya no cuela.
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