Dos hombres se encierran en el coche en Valladolid para intentar no ser detenidos

Los hechos tuvieron lugar en la intersección de la avenida del Valle de Esgueva con el paseo de Belén, al borde del Campus Miguel Delibes, donde los policías locales intentaron parar a un coche que acababa de «realizar una maniobra extraña». Lo sorprendente llegó después. El conductor, al ver a los agentes, decidió estacionar a toda prisa y se encerró dentro del vehículo junto a su acompañante. Tanto es así que los policías tuvieron que romper finalmente la ventanilla para sacar a los dos ocupantes. Ambos fueron detenidos por llevar un amplio surtido de drogas.

Los hechos tuvieron lugar al filo de las nueve de la mañana en la citada intersección. Una patrulla camuflada observó previamente la conducción errática de un hombre que iba al volante de un Seat Toledo cuando circulaba por la avenida del Valle de Esgueva y decidieron salir tras él. Y el conductor, en principio, se detuvo, pero para aparcar rápidamente en la primera plaza que encontró nada más enfilar el paseo de Belén. «Le dijimos en varias ocasiones que se bajaran del vehículo, pero tenían bajados los seguros y no hubo manera de convencerles; así que finalmente tuvimos que fracturar una de las ventanillas traseras la del lado del copiloto para evitar que pudieron sufrir lesiones al saltar los cristales», resumieron ayer fuentes policiales.

Para cuando consiguieron sacar a los dos ocupantes del Seat Toledo ya eran tres las patrullas que rodeaban el vehículo. El conductor, A. M. M., de 35 años, fue sometido de entrada a un test de drogas y dio positivo por consumo de hasta tres sustancias diferentes (cocaína, marihuana y anfetaminas). Así que fue acusado, de entrada, de un delito contra la seguridad vial y de otro más evidente aún de desobediencia.

Papelinas y pastillas

Media docena de agentes comenzaron a continuación a realizar un minucioso registro del interior del vehículo ante sus fundadas sospechas, que enseguida pudieron confirmar, de que podían ocultar sustancias ilegales en su interior. Y vaya si las había. Los policías encontraron un amplio surtido de drogas que estaban escondidas en distintos recovecos del habitáculo, todas ellas en pequeñas dosis, en apariencia, listas para su venta. Allí, a falta de los análisis, había papelinas con apariencia de cocaína y heroína, además de todo tipo de pastillas presumiblemente anfetaminas. De manera que tanto el conductor, A. M. M., de 35 años, como su acompañante, C. L. M., de 36 años, fueron detenidos finalmente acusados de un posible delito contra la salud pública; al margen de las infracciones en materia de seguridad vial y por desobediencia.