La negociación con Lactalis se aplaza al 31 de marzo

Más de una hora de reunión entre el Comité de Empresa de Lauki y los negociadores de Lactalis y el resultado es un aplazamiento. Los representantes de la empresa comenzaron a exponer un 'powerpoint' con gráficos y números, pero no pasaron de ahí. Los trabajadores se negaron a seguir con ello y exigieron «documentación por escrito» que justifique el cierre de la planta vallisoletana.

«Nos han querido dar explicaciones poniendo unas filminas, nada de papeles, y les hemos dicho que no. Queremos algo que podamos estudiar y valorar, y después les daremos una contestación. Nos van a dar unos papeles esta tarde o mañana, los estudiaremos y el 31 de marzo les daremos una contestación», explicó José Manuel González, presidente del comité de empresa y miembro de CCOO.

Las posturas son opuestas. La empresa solo habla de cierre. Los trabajadores, de viabilidad.

«Nosotros solo queremos continuidad», explicaba González. Y con esa premisa se ha fijado esa segunda reunión para el 31 de marzo. Mientras los representantes de los trabajadores charlaban en la puerta, valorando la situación que se había producido, el director de la planta y los representantes de Lactalis abandonaban la fábrica. Ninguno de ellos quiso hacer valoraciones a la prensa.

«Somos una empresa con números positivos, somos profesionales, y esto se lo llevan por capricho, porque deslocalizan, se llevan el producto a otras empresas y cierran», insistía González.

Sandra Vega, de UGT, se manifestaba en parecidos términos. «Es deslocalización», señalaba con rotundidad. Explicaba que no se había producido ninguna negociación en esta primera toma de contacto y aseguraba que los trabajadores están dispuestos a luchar hasta el último momento por evitar un cierre que tanto ellos como las instituciones locales y regionales consideran «injustificado».