Entrada con buen pie

El alcalde electo de Palencia, el popular Alfonso Polanco, ha dado a conocer la que ya es su primera medida de gobierno, que es reducir de cinco a tres las dedicaciones exclusivas en su equipo de concejales, lo que le permite entrar con buen pie en su nuevo despacho de la Alcaldía. La medida no puede ser más afortunada en estos tiempos de dura crisis económica, que está reduciendo notablemente los ingresos de las administraciones públicas, lo que exige una contención del gasto.

El cobro de un salario por desempeñar un cargo público tiene que estar siempre, con crisis o sin crisis, muy justificado, y existen áreas municipales que no justifican que un concejal esté plenamente dedicado a sus funciones, que no dejan de ser estrictamente políticas. Si a esto unimos la profunda crisis económica, que obliga a recortar gastos donde sea, la medida de Polanco tiene que ser celebrada.

Medidas como ésta contribuirán a prestigiar a la clase política, tan denostada en los últimos años y que es también el blanco de las concentraciones del 15-M. La decisión del próximo alcalde de Palencia será seguida, seguramente, en otros ayuntamientos e instituciones. El presidente del PP regional y de la Junta de Castilla y León en funciones, Juan Vicente Herrera, ya anunció durante la campaña electoral su decisión de reducir consejerías y altos cargos con el objetivo de adelgazar la estructura administrativa y política del Gobierno autonómico. Y si el presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, es coherente, cuando llegue al Gobierno, como parece ser que es seguro a tenor de los resultados de las elecciones del pasado domingo, también procederá a una reducción similar en la administración central.

La austeridad primará en el ejercicio de los gobiernos populares que han salido de las urnas, como también insiste en sus declaraciones el próximo presidente de la Diputación, José Maria Hernández. Y es que los tiempos no dan, de momento, para muchas alegrías. La solución será apelar a la imaginación.