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Richard Rogers modifica el proyecto del bulevar para dar cabida al tranvía
VALLADOLID

Richard Rogers modifica el proyecto del bulevar para dar cabida al tranvía

El coste por kilómetro supera los diez millones de euros

J. ASUA

Martes, 23 de febrero 2010, 18:18

«No es descartable un tranvía que una Valladolid con algún municipio del alfoz, como Laguna de Duero, si alguien está dispuesto a pagar la inversión. Como tampoco lo sería un sistema de transporte similar en el corredor liberado por el soterramiento del tren». El pasado viernes, en el transcurso del videochat organizado por NORTECASTILLA.ES, el alcalde, Francisco Javier León de la Riva, dejaba abierta la posibilidad para instalar este medio de transporte en la capital. Pues bien, no sólo no se debe descartar, sino que el equipo del arquitecto británico Richard Rogers ha modificado la estructura del bulevar sobre el futuro túnel del tren para que pueda albergar un convoy en superficie de estas características.

Si en los planos de la aprobación provisional (marzo del 2008) los dos carriles exclusivos para el transporte público que discurrirán los seis kilómetros del corredor aparecían separados, uno a cada lado del jardín central, en la aprobación definitiva (diciembre del 2009) se han agrupado en una única plataforma de siete metros de anchura en la que cabría holgadamente un tranvía o un metro ligero. Este canal discurrirá por la fachada este del corredor, la que da a los barrios de Delicias, Pajarillos y Pilarica. «Se ha optado por agrupar los dos carriles, porque si finalmente se decide instalar un tranvía se ahorraría en coste de electrificación; sólo habría que montar una catenaria y no dos», explican fuentes del Ayuntamiento.

En principio, tal como apuntaba el regidor en su encuentro con los internautas, lo ideal es que el tranvía no recorriera únicamente los seis kilómetros del futuro bulevar, sino que se aprovechase el antiguo recorrido férreo de Ariza para llevarlo hasta el municipio vecino de Laguna de Duero, situado a una distancia de siete kilómetros por las vías que ahora utiliza Renault. Los 21.760 habitantes de esta localidad y su dependencia de la capital convertirían esta línea en un desahogo de tráfico para la ciudad, ya que a diario 20.000 turismos llegan a Valladolid por la Carretera de Madrid.

Dos son los obstáculos que el Consistorio ve para apostar decididamente por este nuevo medio de transporte. El primero, su rigidez. Si se opta por el autobús tradicional, ya estaría creada la infraestructura de cocheras y talleres y los vehículos servirían para esta ruta sobre el corredor y, también, para otros trayectos. En el caso de apostar por un metro ligero o tranvía, habría que crear un importante soporte técnico para el mantenimiento de la línea. Además, los vehículos, lógicamente, no servirían más que para esa plataforma. El otro handicap, quizá el de más peso, es el económico. «Estamos hablando de una inversión muy importante y al ser una línea metropolitana tendría que ser la Junta la que la financiase», subrayan las mismas fuentes. El Grupo Municipal Socialista, defensor de este medio de transporte, estima, según los datos del desembolso realizado en el municipio madrileño de Parla, que el coste por kilómetro rondaría los diez millones de euros, incluidos los vehículos.

Efectivamente, en el caso del tranvía de Vitoria (235.661 habitantes), inaugurado en diciembre del 2008, la inversión en los nueve kilómetros de la línea alcanzó los cien millones de euros, lo que supone 11,1 por cada mil metros de infraestructura. Estaríamos hablando de que en Valladolid la inversión necesaria podría superar los 120 millones. La puesta en marcha de este sistema de transporte en la capital del País Vasco se ha saldado en un año con 4,5 millones de viajeros (una media de 20.000 diarios), un índice de puntualidad del 97,4% y una satisfacción de los clientes, que han calificado el servicio con una nota de 7,7 puntos sobre diez, según la compañía Eusko Tran.

En el Ayuntamiento aclaran que la decisión no es urgente. «Estamos hablando que el bulevar no se urbanizaría hasta que finalice el soterramiento en el 2015 o 2016», dicen. Antes habrá que estudiar variables como la siniestralidad que puede generar en los cruces con los coches y con los peatones (los tranvías suelen tienen prioridad semafórica, a su paso salta el verde), la posible demanda de viajeros y especialmente el coste. El alcalde de Laguna, Jesús Viejo, apoyó ayer de nuevo la idea de conectar Valladolid y su municipio con un tranvía o metro ligero y que el resto de la línea de Ariza, hasta Peñafiel, acoja un tren turístico. De hecho, el municipio mantiene desde hace tiempo una reserva de suelo en Los Hoyales para una futura estación y un aparcamiento aledaño para coches. El debate está abierto.

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