«Dejé todo por un empleo de ocho horas, en el que tenía que trabajar quince»
Prudencia Arroyo - Desempleada, 55 años
Jorge Holguera Illera
Domingo, 1 de mayo 2016, 13:13
Prudencia Arroyo es una mujer de 55 años de edad de Alba de Tormes, valiente por dar la cara y permitir que se publique su nombre y responsable por hablar de su caso, reflejo del que sufren cada día muchos ciudadanos. Muchas personas que ha trabajado toda su vida y ahora se ven burladas por un panorámica falta de empleos en los que se respete al trabajador. En su caso, cuenta que el último trabajo que tuvo fue hace un año, de pinche de cocina, donde la ofrecieron 1.200 euros por un contrato laboral de 8 horas diarias. Finalmente tenía que trabajar entre 14 y 15 y para colmo tuvo que soportar descalificaciones. No aguantó más de un mes en un ambiente de trabajo en el que no era menospreciada, «me decían que no servía para nada», relata. Cuando cuenta esta penosa historia alude a cierto arrepentimiento porque para coger ese empleo dejó otro de media jornada del Ayuntamiento, «con la esperanza de que fuera un trabajo estable», explica.
Esta triste historia lamentablemente se sucede mucho en un momento en el que un empleo precario, «si no lo coges tu hay otros que están deseando», cuenta Prudencia Arroyo cuando habla de esos trabajos sin futuro. En muchos de ellos ni si quieran dan de alta, otros son contratos parciales que obligan a trabajar a jornada completa.
Prudencia Arroyo necesita trabajar diez años más para poder tener derecho a la futura jubilación. Ha trabajado desde joven, recuerda que desde los 16 a los 21 años estuvo en Blanes donde ejerció como camarera de habitación, barra y restaurante. También ha tenido empleos de limpieza, cocina y restaurante. En la actualidad está en búsqueda activa de empleo.