Podemos agudiza su crisis con la dimisión de la ejecutiva provincial

La secretaria general de Podemos en Salamanca, Estefanía Rodero, y todos los miembros del Consejo Municipal de la agrupación morada en Salamanca presentaron en la noche de ayer su dimisión en pleno, acusando a la dirección regional del partido de «incapacidad y violencia orgánica incesante», según informó Podemos Salamanca mediante un comunicado.

Los miembros de la directiva provincial de Podemos recuerdan en su escrito que dieron «el paso» a costa de su vida «personal, familiar y profesional» para construir en Salamanca y Castilla y León «una mayoría social que permitiese salir a la provincia de la periferia política, económica y simbólica» en la que, según su criterio, fue situada «por los gobiernos de turno».

Sin embargo, y debido «al aumento insoportable de la violencia interna dentro del partido en Castilla y León y el abuso de poder y persecución política y organizativa por parte de la directiva autonómica hacia la Secretaría General y el Consejo salmantino», decidieron presentar ayer su dimisión en bloque.

En el comunicado, los ya antiguos directivos de Podemos Salamanca critican «el giro hacia la enésima refundación de una estrategia política y cultural organizativa basada en la depredación interna» y lo que consideran la «incapacidad de la actual directiva de Podemos Castilla y León para construir un grupo territorial fuerte que genere el respeto debido a la región en el conjunto de la organización», acusando a su vez a la directiva nacional de «abandono» hacia quienes construyen, según el comunicado, «pueblo y organización desde la base orgánica del partido».

Junto a Estefanía Rodero, han formalizado su dimisión como miembros del Consejo Municipal de Podemos Salamanca Araceli Broncano y María Ángeles Fiz (responsables del área de Educación y Sanidad), Santiago Benito (Municipalismo,Gestíón Pública y Coordinación con la Provincia), Letizia Sánchez y Dionisio Muñoz (Comunicación y TIC), Diego Santamaría (Participación Ciudadana y Organización), Adolfo Masanet (Financiación), Roberto Fernández (Economía y Mundo del Trabajo) , Juan Carlos Domínguez (Logística) y Juan Francisco Calvo (Ecología y Sostenibilidad).

La dimisión en bloque de toda la dirección provincial del partido ha visibilizado, aún más, las fuertes tensiones internas que viene arrastrando Podemos. Las fricciones se remontan a julio de 2015, meses antes de la celebración de las elecciones generales, cuando la ya dimitida secretaria general, Estefanía Rodero, emitió un comunicado, bajo el contundente título de Primero la tierra, en el que rechazaba la lista de circunscripción única planteada por el Consejo Ciudadano Estatal. Esta lista implicaba entonces que se presentara como candidato por la provincia salmantina al Congreso de los Diputados Jorge Lago, un sociólogo madrileño sin vinculación con Salamanca.

Este propósito fue rechazado entonces por el Consejo de Ciudadano de Salamanca, cuyos miembros reclamaron que la formación mantuviera su «visión de territorialidad» y que no fomentara el «desapego» del electoralismo. Finalmente el candidato que encabezó la lista al Congreso no fue Lago, sino María José Jiménez, presidenta de la asociación Gitanas Feministas por la Diversidad. A todas estas pugnas intestinas hay que sumar las evidentes posturas enfrentadas que mantiene Estefanía Rodero con la procuradora regional por Salamanca, Isabel Muñoz.