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Rubén Pérez, con la camiseta de la Guardia Civil y su medalla de bronce colgada al cuello.

La Benemérita no corre solo tras los cacos

El guardia civil Rubén Pérez, bronce en el Mundial de Policías y Bomberos

marco alonso

Jueves, 6 de agosto 2015, 12:55

Los cacos de Aguilar de Campoo y alrededores se van a tener que unir a la moda del running si no quieren acabar en el calabozo, y es que en el cuartel de la Guardia Civil de la localidad norteña trabaja Rubén Pérez, un corredor aficionado que ha conseguido la medalla de bronce en los 1.500 metros del Mundial de Policías y Bomberos celebrado en Washington.

No hace falta conseguir una medalla de bronce en un Mundial para ser guardia civil, pero sí que es necesario tener una buena forma física para desempeñar alguna de las funciones propias del cuerpo, ese mismo cuerpo al que pertenece este enamorado del deporte, que no solo ha corrido por mejorar sus metas, sino que también le ha tocado correr en más de una ocasión para dar caza a algún delincuente. «Me tocó echar a correr para coger a uno y acabé cogiendo cinco», asegura Rubén Pérez, que aparte de practicar atletismo también se dedica a enseñar este deporte a los más jóvenes de Aguilar, una actividad que le llena y le permite asegurar un futuro en el pueblo para esta actividad. «Este deporte me da muchas cosas, y poder transmitir esta pasión a las nuevas generaciones es para mí todo un lujo», asegura.

Para entrar en la Guardia Civil hay que ser un atleta. Son muchos los aspirantes que caen en las pruebas físicas de acceso y no pueden pertenecer al cuerpo por la necesidad de contar con un excelente estado de forma para pasar el corte, pero una vez que se ha aprobado la oposición, no existe ninguna exigencia física para seguir llevando el uniforme, algo difícil de entender en unidades como las de Seguridad Ciudadana, a la que pertenece Pérez, y en la que es vital contar con un buen físico para desempeñar con efectividad el trabajo diario. «Hay unidades que trabajan para mantener la forma física, pero todo se hace a nivel personal en el tiempo libre de cada uno», explica el atleta, que tiene claro que para desempeñar algunos puestos es necesario cuidar el físico. «Me parecería interesante que se exigiera al menos tener una actividad. No es lo mismo una persona que está en una oficina que alguien que está en la calle», afirma.

Rubén Pérez ha tenido que preparar a conciencia su participación en el Mundial. Lleva desde octubre entrenando con la mirada fija en esta cita, pero el atleta no solo ha gastado energías para poder participar en esta prueba. «Entre el viaje, el alojamiento y demás habré gastado unos 3.000 euros, y todo ha salido de mi bolsillo», asegura Rubén Pérez, que se fue a tierras americanas con el sueño de regresar a Aguilar con una medalla en la maleta, una meta que ha logrado gracias al interés que ha puesto en este proyecto. «Hay que tener ganas y el dinero en la mano. No he dicho a mis padres lo que me ha supuesto a nivel económico, pero creo que después de esto se van a enterar», afirma el guardia civil, que ha sido entrenado por el preparador Orlando Castro, de Corriendo por Palencia.

Diez años lleva corriendo este guardia civil y jamás pensó que podría subirse a un podio de un certamen internacional, pero su esfuerzo, su pundonor y su amor al deporte le han ayudado a lograrlo. La Benemérita no corre solo tras los cacos, también lo hace tras sus sueños.

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