Los trucos de los maestros, al descubierto
El cuarteto New York Polyphony y Paolo da Col, director de Odhecaton, enseñan su técnica vocal a los estudiantes de Abvlensis
PABLO GARCINUÑO
Miércoles, 2 de septiembre 2015, 10:15
«Hay que centrarse en la técnica». Es Christopher Dylan Herbert, el barítono de la New York Polyphony, el que insiste en la idea de no emocionarse en exceso a la hora de interpretar música polifónica. «No es algo para vosotros, es para el público y este va a disfrutar cuando lo hagáis bien». Se dirige a la treintena de alumnos que participan en el taller que cada año se celebra en el marco del Festival Internacional de Música Abvlensis.
Agrupaciones vocales y cantantes amateurs de distintos puntos de España (seleccionados entre el medio de centenar de solicitudes que cumplían los requisitos) disfrutan durante cuatro días de las clases magistrales que imparten este cuarteto americano, uno de los mejores conjuntos de cámara vocal del mundo, y Paolo da Col, director de Odhecaton (Italia). El resultado se podrá ver hoy, en el concierto que los alumnos ofrecerán a partir de las 20:30 horas, en la iglesia del monasterio de Santo Tomás.
«Es increíble lo que se puede aprender en cuatro días si estás con alguien que sabe de lo que habla porque va al detalle», afirma Norma Rodríguez, del Grupo de Música Antigua de la Universidad de Valladolid. Ella es una de las afortunadas que ha podido conocer cómo trabajan día a día un grupo que ha sido nominado en varias ocasiones a los Premios Grammy. «Si escuchas y haces lo que te dicen, realmente se nota la diferencia», afirma emocionada.
Ángel Camacho, de ARS Poliphonica, un grupo vocal de Santander, ya estuvo el año pasado con The Hilliard Ensemble, el grupo residente de la pasada edición. En ambos casos, el taller les ha resultado muy útil para descubrir los «truquitos» que estos grandes grupo utilizan a la hora de afrontar una pieza. «Es como si trabajaras con ellos en tus ensayos habituales y supone un cambio radical respecto a otras master class, normalmente muy enfocados en un director que te impone su idea». Por ejemplo, New York Polyphony ha podido aportar su experiencia como grupo reducido que canta sin director, atendiendo a aspectos como la respiración conjunta o la escucha activa.
En el concierto de hoy, que lleva por título Verba volant (que se puede traducir como «las palabras vuelan»), los alumnos del curso de interpretación de Abvlensis ofrecerán un recorrido por la músicas de aquellos maestros de capilla que trabajaron en la capital abulense durante los años de estancia de Santa Teresa de Jesús, coincidiendo con la celebración del V Centenario de su nacimiento. Se escuchará, por tanto, la música de Cristóbal de Morales, Sebastián de Vivanco, Bernardino de Ribera, Juan Navarro, Bartolome de Escobedo y, por supuesto, de Tomás Luis de Victoria.
Educación musical
Ambos coinciden en que es muy difícil, casi imposible, poder vivir de la música vocal. «En España, incluso los profesionales son amateurs, como concepto de amador: alguien que lo hace por amor al arte, perdiendo tiempo y dinero», afirma Camacho. «Dedicarse solo al cantar es imposible, algo que no ocurre en otros países coincide Rodríguez. ¡Pero si quieren quitar la educación musical de los colegios! ¿Cómo se va a vivir de la música si el público no lo va a conocer?».
Y todo esto a pesar de que «la música antigua tiene un impulso bastante grande ahora». «Cualquier concierto que damos, se llena», afirma la componente del grupo universitario vallisoletano. Pero a ambos les preocupa reducir la media de edad del público. «Hay que hacer todo lo que se pueda por mover a la chavalería a los conciertos», afirma el cantante santanderino, quien lamenta que «se haya perdido gran parte de la cantera que años atrás tenía nuestro país, cuando había decenas de escolanías. Ahora los niños van a clase de inglés o de natación, y pocos padres son conscientes de la importancia de la educación musical».
No todo está perdido. Volviendo a New York Polyphony, su barítono expresaba la satisfacción que sentía al ver cómo habían mejorado sus alumnos en cuatro días, algo que solo es posible gracias a la «pasión» de los participantes. «Ha sido impresionante», aseguró Christopher Dylan Herbert. Él mismo afirma que «el nivel es más alto que en Estados Unidos porque los alumnos están muy familiarizados con el estilo».