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Ventura González, agricultor de Madrigal de las Altas Torres.
La Moraña espera poder segar cereal en una mala campaña

La Moraña espera poder segar cereal en una mala campaña

El intenso calor de mediados de mayo ha arrebatado las cosechas tanto en secano como en regadío

Fernando G. Muriel

Martes, 2 de junio 2015, 19:21

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Ventura González Pinto, un joven que lleva seis años como agricultor en Madrigal de las Altas Torres, ha manifestado que para poder salvar algo de sus cosecha de cereal, tendría que empezar a principios de la semana que viene a segar sus parcelas de secano, «ya que a estas alturas hay variedades en las que se doblen las plantas, puesto que en las fincas tempranas el ciclo ya está casi finalizado y esperar solo puede suponer que se descabecen las plantas, que pueda venir una tormenta y acabe con lo poco que se puede recoger, o incluso un incendio».

De esta forma el cerealista madrigaleño afirma que este año, de nuevo, van a tener una mala cosecha. En el cereal de secano la ha calificado como penosa. Para González, el problema surge de que mientras que en las primeras semanas de la primavera, con las lluvias de abril las plantaciones se estaban comportando de una forma «muy mimosa, las cebadas y los trigos se ahijaron mucho, y venían con mucha carga vegetal». Luego todo cambia a mediados de mayo, con los vientos procedentes del sur y unas temperaturas muy elevadas a las horas de sol, que han sido los que «han arrebatado la cosecha».

Aunque antes de los resultados de la cosecha es muy difícil calcular la merma para González, «ya que no se va secando como otros años de forma abusiva, en todas las parcelas, si no que va yendo a corros, y mientras que las tierras más arcillosas conservan más la humedad y la maduración del grano es mucho más lenta, lo contrario que en lo más liviano, donde la tierra es más suelta y las espigas ya tienen un grano más vano, sin consistencia». De esta forma calcula que la media en secano puede estar entre los 1.200 y 1.500 kilos por hectárea, cuando la media en la zona es de 2.500 kilos.

En regadío, añade Ventura González, «también la cosa viene mal. Los cereales no han podido poner toda la carga vegetal que necesitan debido a que los vientos secan más de lo que humedece el agua, y el comportamiento de los vientos, y las diferencias en las temperaturas que en un día pueden superar los 25 o 30 grados centígrados provocan un stress muy fuerte, así como la aparición de enfermedades». En este caso manifiesta que el rendimiento se calcula entre 4.000 y 4.500 kilos por hectárea, cuando la media sería de 6.000 kilos por hectárea.

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