Tudela emprende un ambicioso plan de ahorro energético con 300.000 euros
A la renovación del alumbrado público con luminarias de bajo consumo se une la instalación de calderas de biomasa
J. F.
Sábado, 16 de noviembre 2013, 20:39
El Ayuntamiento de Tudela de Duero lleva a cabo numerosas actuaciones en materia de ahorro y eficiencia energética mediante la renovación del alumbrado público en varias zonas urbanas del municipio para reducir el consumo y propiciar una mejor visión a los ciudadanos, y la instalación de calderas de biomasa como en el caso de la puesta en marcha a modo de experiencia piloto en el colegio público Pinoduero y varias que están en proyecto para dotar a distintas instalaciones y edificios municipales.
En conjunto la inversión asciende a 300.000 euros, de los que el 75% del presupuesto corresponde a nuevas luminarias más eficientes de vapor de sodio como las que actualmente se están poniendo en las calles de los barrios de San Isidro, Baeta y las instalaciones deportivas municipales de Palacios (dos pistas de tenis y el frontón). A estas zonas se unen las de la carretera de La Parrilla, el camino del Cementerio y la carretera de Valladolid, que el Consistorio quiere adjudicar antes de que acabe el año y el resultado se va a poder apreciar ya en el 2014.
Por otro lado, los trabajos también afectan al cambio de los centros de transformación por otros más innovadores y en algunas zonas se apuesta por la reducción de flujo de las farolas a partir de las doce de la noche para un mayor ahorro, entre otras medidas de ajuste del consumo energético.
En concreto, el caso de la renovación del alumbrado en la calle 29 de diciembre es un proyecto que se plantea también para más barrios -Carmelo, La Mambla y parte del Plantío) y consiste en el cambio de un centenar de faroles por otros focos de bajo consumo «que concuerdan perfectamente con la normativa europea de no contaminación lumínica y que supone un cambio sustancial en el alumbrado ya que se corrige la problemática y hay una iluminación más idónea, de más calidad y que supone una reducción del consumo energético y, por tanto, un ahorro a las arcas municipales», comenta el alcalde, Óscar Soto, que avanza que seguirán con este tipo de inversiones para llegar al mayor número de zonas y barrios posibles «y si puede ser con empresas del municipio para el fomento del empleo local mejor que mejor», señala.
Adiós al gasolil
En cuanto al cambio de calderas de gasoil por calefacciones de pellet y biomasa, dentro del Plan de Ahorro Energético de la Diputación se ha puesto en funcionamiento una instalación en el colegio Pinoduero (75.000 euros), se realiza el proyecto para poner otra en el polideportivo municipal San Roque a cargo de Biomasa Montemayor y está previsto también el cambio de la caldera en las dependencias de la casa consistorial (zona de la Policía Local) al resultar más económico y energético para el Ayuntamiento.
Para Soto esta medida energética supone un modelo a seguir en el futuro para paliar el elevado coste de los combustibles como el gasoil por otros elementos más económicos, eficientes y con un menor impacto medioambiental como las calderas de biomasa.
«La caldera que hemos instalado para este curso en el colegio Pinoduero funciona de maravilla y mantiene la misma temperatura o más en las aulas que cuando teníamos la de gasoil. Esperemos que las próximas pruebas en otros edificios y dotaciones sigan siendo positivas porque el servicio que se presta supone las mismas condiciones que antes aunque con un ahorro inmediato importante una vez realizada la inversión que es lo que genera más coste. Ahora solo cabe esperar que el coste de los pellet se mantenga y no se dispare con la proliferación de nuevas instalaciones de biomasa en hogares y centros públicos», concluye el regidor