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Desembalando los tubos dentro de la catedral, junto al coro. / C. HERNÁNDEZ
MÚSICA

Un corazón que bombeará música

El 21 de septiembre la catedral de León escuchará el órgano esperado desde hace 30 años, un Klais que ha costado 1,7 millones de euros

VICTORIA M. NIÑO

Domingo, 7 de julio 2013, 20:48

La última semana de junio el verano hacía su aparición real, sin primavera de transición. A primera hora de la mañana, los leoneses se paraban al cruzar la Plaza de su Catedral. Redondeaban la cifra de 4.000 tubos, los que permitirán el sonido del órgano que desde abril montan cinco operarios alemanes en el interior del templo. La sola descarga de las cajas con una pluma constituía un espectáculo. Y al pie del mismo, hipnotizado también, Samuel Rubio, el hombre que no perdió la esperanza durante 30 años, los que han pasado entre el deseo de un nuevo instrumento y su realidad. «Me doy miedo», dice, «no sé que haré ese día». El organista se refiere al 21 de septiembre, día de la inauguración. Se emociona solo con imaginarlo.

Norbert Wisnewski es el jefe de los técnicos de la casa Klais, leoneses de adopción a la hora de las cañas, teutones medulares en el desempeño de su tarea. Trabajan doce horas, desde las ocho, y porque el Cabildo no les abre antes, hubieran preferido comenzar a las 6:30. El menudo y resuelto Norbert se defiende en español, no en vano ha comandado la construcción del Klais de San Sebastián y el del Pilar de Zaragoza en la última década. La empresa alemana construye entre dos y tres órganos de grandes dimensiones cada año. Estos instrumentos son hitos en la vida musical del continente. Rubio lo sabe, por eso espera que el de León, «el más moderno, el que más posibilidades tiene», sea un reclamo turístico también.

Este «traje a medida métrica y acústica» que el organero ha creado para la seo ocupará cuatro balcones góticos sobre el coro de madera. Visto en planta, las ocho cajas que albergarán maquinaria y tubos están en el centro del templo, son su corazón. Desde los andamios, las vidrieras son ventanas. A Norbert le gusta trabajar en sitios así, con una luz de distinto color a medida que avanza el sol. Precisamente las vidrieras, restauradas y enfundadas en una doble cámara, han sido el termómetro de los decibelios, el elemento vulnerable a proteger en el monumento pétreo. El debate de los preservadores del vidrio versus entusiastas del instrumento sinfónico se cerró pronto. Rubio recuerda una entre las decenas de pruebas acústicas. «En los noventa vino un ingeniero de sonido de Turín. Se iba a medir la resistencia al sonido de un disparo dentro de la catedral. Hubo que pedir permiso al gobernador civil y al cabildo. Al pobre que tenía que disparar se le encasquilló la pistola de la impresión. Así pudimos saber que la reverberación llegaba a todos los rincones por igual, que la catedral era un auditorio perfecto». Ni la explosión, ni los conciertos en la Plaza en fiestas, ni el tráfico clausurado hace no tanto han podido con los vanos catedralicios.

Trompetería española

Ese auditorio gótico comenzó a funcionar como tal, más allá de la liturgia, hace tres décadas, cuando Rubio puso en marcha el Festival Internacional de Órgano Catedral de León. «El órgano que teníamos nació enfermo, fue hecho en la posguerra con materiales pobres. Luego en el incendio de 1966 sufrió por el agua de los bomberos», explica el organista (36 años sentado a esa consola). «Hace 30 años que empezamos a soñar con un órgano nuevo. Han sido muchas explicaciones a políticos y administradores que iban cambiando. Nunca temí por el proyecto pero en el camino, muchos se desanimaron», explica Rubio. La inversión (1.750.000 euros) y la obra era tan faraónica que el proyecto ha tardado en madurar una generación de organeros. Si en 1986 se eligió a los profesionales de Bonn, Orgelbau Klais, el proyecto lo presentó entonces el padre de Philipp, quien lo ha llevado a cabo.

En su materialización, un golpe de suerte, el ex presidente de Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, leonés al que casó el propio Rubio. Invitado a un concierto del Festival de 2009, a la salida ante los micrófonos comprometió la aportación del Ministerio de Cultura, el 30% del presupuesto. Otro regalo de la fortuna, el 20% de Caja España, justo antes de la debacle financiera de la entidad. Ambos ingresaron su parte en 2010, solo falta el resto del Ayuntamiento.

Fundada en 1882, la casa Johannes Klais está acostumbrada a los retos catedralicios, además de los órganos citados en España, han construido el de la seo de Colonia y la de Marburg, iglesias de Nuremberg y Hamburgo. Paralelo al de León, construyen el órgano de la catedral de Kristiansand (Noruega) y han restaurando uno americano que será instalado en Ingelheim.

Hace medio siglo que están familiarizados con la trompetería de los órganos barrocos españoles, los tubos paralelos al suelo que salen del mueble. «Los instalamos también en órganos alemanes, por ejemplo en el de la catedral de Wurzburg, que lo construyó mi padre en 1968, en el del Auditorio de Munich, en el del Megaron de Grecia y el de la Sinfónica de Birmingham, por citar algunos. Después de todo esto hemos adquirido mucha experiencia en este aspecto», aclara Philipp. El 'padre artístico' del órgano es el compositor y organista francés Jean Guillou, que además dará el concierto inaugural.

4.344 tubos serán los vehículos del aire que el organista podrá regular desde cinco teclados y 63 registros. Un mundo de sonidos al alcance de un músico que deberá tener cierta altura o ayudarse de una silla regulable si quiere llegar a todo. Casi hay una equivalencia entre cada teclado y cada balcón. La disposición de los tubos, los más grandes en la fachada de cada arcada, los más pequeños dentro de cada mueble, la mensura de cada registro según acústica y espacio, es una decisión de Guillou. Tuberos y armonizadores trabajaron juntos en el taller alemán. La alimentación de los fuelles es eléctrica, cuatro motores con otros tantos ventiladores. Ocho secretos concentran la claves de la maquinaria.

El planteamiento estético fue encargada a Paco Chamorro, un artista leonés especialista en decoración. Chamorro se fijó en el 'Nacimiento del XV', un grupo escultórico anónimo que da nombre a una capilla de la girola. La suma técnica y artística, el día 21 de septiembre. Tras Gillou, Rubio ocupará la consola móvil del órgano. «Ya tenemos el juguete, ahora hay que darle vida. Espero que al menos una vez al mes haya actividad en él», dice quien tiene el corazón puesto en este músculo sonoro.

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