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David Afkham./ Henar Sastre
«Quiero liderar la OCNE desde dentro»
MÚSICA

«Quiero liderar la OCNE desde dentro»

David Afkham, titular de la Orquesta Nacional de España, dirige esta semana a la OSCyL

VICTORIA M. NIÑO

Jueves, 13 de junio 2013, 19:19

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Vino hace dos años y tomaba prestada entonces la Orquesta de la que era titular Bringuier. David Afkham vuelve a dirigir la Orquesta Sinfónica de Castilla y León como próximo titular de la Orquesta y Coros Nacionales de España. El alemán (Friburgo, 1983) de padre iraní sigue siendo meticuloso y reflexivo en sus afirmaciones, ha ganado alguna cana y afabilidad en el trato. Debe ser el flechazo con la OCNE y con Madrid. Está deseando hacer «música con ellos», emprender «ese viaje» que comienza en la temporada 2014-15.

Hasta entonces sigue con su agenda que esta semana le trae a Valladolid con un programa vienés y romántico. «Quería hacer la 'Sinfonía 9' de Schubert, es una obra muy larga, la sinfonía más extensa hasta la 'Quinta' de Bruckner, y hay que cuidar mucho el resto de programa para compensar», explica Afkham. «Es una obra trágica, que guarda mucho dolor, como si fuera un gozoso camino hacia el infierno. Con Schubert nunca sabes si llora o está alegre. Y si llora, implica esperanza. Es muy dual como Mahler, no puedes confiar en la partitura porque esté escrita en Do Mayor, siempre hay algo quemándose debajo, algo oscuro».

Y para compensar esta larga y trágica sinfonía, el director propone «la primera gran obra de Webern, cuando tenía 21 años. Es alegre y brillante a la manera de Strauss o Wagner, en un estilo romántico que nada tiene que ver con el Webern conocido después de su encuentro con Schönberg, que se produce el mismo año de esta composición, en 1904. Y para redondear un ciclo de canciones de Mahler que me gusta mucho. Mahler bebe de Schubert y sin Mahler no hubiera habido Webern». Celebra volver con la OSCyL, «músicos motivados que quieren hacer música como yo».

Crisis también en Alemania

Y ¿qué tiene este alemán para que se ganase el favor de la OCNE, una sinfónica durante años envuelta en desencuentros internos? «Desde la primera vez que la dirigí sentí una especial conexión con ellos, es algo que no puede explicarse, se siente. Me lo pasé bien y me alegra que se conviertan en mi familia musical. Cada orquesta es especial, única, como las personas, no se pueden comparar, cada una tiene su historia, su sonido». Sabe que contó con un antecesor de excepción, que le allanó el camino musical y le dio todas las claves, Josep Pons.

«Soy alemán y mi trasfondo es clásico romántico, así que quiero probar todas esas grandes obras con ellos. Pero además quiero descubrir el repertorio español y la música contemporánea, es parte de mi trabajo». El discípulo de Haitnik, el asistente de Gergiev, será titular por al menos tres años a partir de la temporada 2014-15. «Como titular no quiero ejercer de dictador, quiero liderar desde dentro, que hable la música que ellos hagan. Mi sueño es que la orquesta sea, dejarla ir, que sea responsable de sí misma como un cuerpo humano lo es de todos sus movimientos a partir de la cabeza».

No le asusta la crisis, aunque sabe por sus conversaciones con los músicos de todas las orquestas que dirige que «no se pueden cubrir vacantes, por ejemplo». «Pero la crisis no es privativa de España, está por todas partes, incluida Holanda, Francia o Alemania. Por ejemplo en mi país las dos grandes Orquestas de Radio, la de Friburgo (Baden Baden) y la de Stuttgart se han tenido que fusionar, y son de las más importantes». Pulpo y jamón, son dos de las palabras que el alemán dice en español. «Como mi segunda lengua es francés, entiendo bastante pero no sé vocabulario. Intentaré aprender español, es bueno cuando se trabaja en un sitio porque condiciona el mensaje y la forma de hacerse entender».

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