Valladolid
Verónica Casado logra la acreditación como catedrática que permite su retorno a la universidadLa Agencia Estatal ANECA reconoce la categoría a la exconsejera, que dejó las aulas en 2024 al no apoyar la Junta medidas para facilitar que compatibilizara consulta y docencia
La ANECA, Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación, ha acreditado a Verónica Casado como catedrática de Medicina Familiar y Comunitaria, reconocimiento que ... abre la puerta a la exconsejera de Sanidad de Castilla y León a volver a las aulas de la universidad.
La acreditación oficial, a la que se accede tras un proceso minucioso en el que la ANECA contrasta el currículum de los aspirantes, permite a Verónica Casado concurrir a plazas de cátedra en su especialidad que puedan ofertar tanto la Universidad de Valladolid, donde la exconsejería ha impartido clase hasta el curso 2023-24, como en cualquier otra universidad. Eso es algo que valorará si llega el caso, precisa Casado, que indica que tramitó su acreditación oficial docente después de que varias universidades contactaran con ella para impulsar la asignatura de Medicina Familiar y Comunitaria en los planes de estudio de sus facultades de Medicina.
La que fuera consejera de Sanidad entre julio de 2019 y diciembre de 2021 en el Gobierno de coalición del PP y Cs que presidía Alfonso Fernández Mañueco volvió a ejercer como médica de Familia en su consulta y a las aulas tras esa etapa política en la que fue la cara visible de la gestión sanitaria de la pandemia de la covid-19 en Castilla y León. Hasta el punto de que en las encuestas de los meses posteriores, Verónica Casado fue el miembro de la Junta mejor valorado por las personas preguntadas, por delante del presidente. A partir de ese momento y ya con el PP imprimiento a la coalición con Ciudadanos el tiempo de descuento, los populares hicieron del área sanitaria territorio de desgaste de sus socios, con maniobra de asedio político centrado en la consejera.
Casado dejó de impartir clase en junio de 2024 y ponía fin a una labor de 30 años como profesora asociada, aunque su intención era la de seguir en la Facultad de Medicina en una de las cinco plazas para profesor permanente laboral (antes contratado doctor) que fueron valoradas en ese momento por la comisión mixta integrada por responsables de la Universidad de Valladolid y de la Consejería de Sanidad, en la que Alejandro Vázquez (PP) tomó el testigo de Verónica Casado.
Lograr una de esas plazas facilita compatibilizar el trabajo en consulta con la docencia, al reducir al profesional el número de tarjetas sanitarias. Esa vía de flexibilidad laboral se cerró para Casado. «Era muy complicado atender a 50 o 60 pacientes diarios, más las clases, más la gestión de la unidad docente», explica la exconsejera, que al ver cerrado el acceso a esa plaza de profesora permanente laboral y cumplir los 65 años optó por la jubilación. Y al dejar la plaza asistencial de la consulta, se cierra la puerta a la docencia en la categoría de profesor permanente laboral. Esa puerta vuelve a abrirse ahora, pero en el escalafón de catedrática para Verónica Casado.
Presidenta de la Academia de Medicina Familiar
La exconsejera de Sanidad preside ahora la Academia de Medicina Familiar de España, que reúne a 400 especialistas. Es hija predilecta de Valladolid y logró en 2018 el galardón a la mejor médico de familia del mundo que otorga la World Organization of Family Doctors. Se licenció en Medicina y Cirugía en 1982, con especialidad en médico puericultor (1985) y Medicina Familiar y Comunitaria (1986), doctorándose en Medicina y Cirugía en 1987. El trato con los pacientes está ligado al Centro de Salud de Parquesol, en Valladolid, donde fue despedida con un homenaje cuando en 2024 abrió paso a la jubilación.
El reconocimiento oficial como catedrática no implica su retorno automático a la docencia, pero si abre las puertas de las aulas universitarias a la doctora Verónica Casado.
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