El entorno de Arco de Ladrillo espera el asfaltado definitivo tras perder 40 plazas de aparcamiento alegales
El día 28 de julio comenzará el aglomerado de la calle Santa Fe, que ya se ha reabierto al tráfico, y se impedirá aparcar bajo el tablero del viaducto
Entre dos pilares, ocho coches, cuatro de un lado y cuatro de otro. Ese era el límite del aparcamiento improvisado, alegal y habitual de la ... plaza de los Ferroviarios, al sur del Arco de Ladrillo, antes de las obras de reurbanización. Como había cuatro huecos de ese tamaño, 32 plazas. Y a esas se sumaban, como se puede comprobar con Google Street View, un par de ellas en la acera que acompañaba el cambio de sentido, al pie del paso subterráneo, y algunas más en la propia calzada, lo que dejaba el espacio justo para el paso de un vehículo. Ahora, los bordillos altos y un trocito de acera bajo el pilar más cercano hacen casi inviable aparcar en esos espacios. Salvo, eso sí, que se quieran poner a prueba los bajos del coche o su capacidad 4x4.
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La vía paralela al Arco de Ladrillo, la calle Santa Fe, cortada hasta el pasado martes, se abrió al fin al tráfico el miércoles, después de que en las últimas jornadas los operarios terminaran de colocar las farolas de la calle. Se han mantenido las plazas de aparcamiento en línea, esta vez delimitadas por la acera y no simplemente como espacio libre en la calzada, y solo falta el asfaltado de todo el entorno. Una operación que, según fuentes municipales, se realizará en la semana del 28 de julio si se cumple el plan previsto. Hay que tener en cuenta que la campaña veraniega de aglomerado se extiende por un gran número de calles. Según se explicó en el mes de abril, 100 calles pasarán por esta renovación del asfaltado este año, con un presupuesto de 3,43 millones de euros.
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El aspecto que presentará el remozado entorno del viaducto de Arco de Ladrillo será el de un lugar provisional. La zona bajo los pilares, aunque se ha elevado respecto a la calzada para evitar que se aparque debajo del tablero, no tendrá acera, sino que se ha dejado un acabado de hormigón. Es una zona, se soterre o se integre, que a medio-largo plazo está destinada a una gran transformación. Si se integra y se construye el paso de vehículos, peatones y ciclistas bajo las vías, tal y como ya está proyectado, desaparecerán los pilares, el paso elevado y, por tanto, se modificará todo el suelo que se encuentra debajo. Que no es poco. La superficie de la calzada y bajo el viaducto, desde el cruce con la calle Mikado hasta el paso subterráneo, ocupa más de 3.000 metros cuadrados. Si, por el contrario, se realizara el soterramiento de las vías del tren, toda la superficie de la zona, incluidos los 800 metros cuadrados de vías bajo el viaducto, pasaría a ser una única plaza con carretera a ras de suelo.
Al entorno del viaducto, por tanto, solo le faltan algunos remates. Este viernes por la tarde, por ejemplo, ya aparcaban algunos coches en el otro lado, junto a la estación de autobuses, en los espacios para aparcamiento que también lindan ahora con una acera bastante alta para evitar que algún vehículo aparque bajo el paso elevado. Ese tramo ha incorporado una pequeña acera pegada al lateral del viaducto, en la salida por la vía de servicio hacia el Campo Grande, porque los pies de las farolas incrustadas junto a las biondas del paso sobresalen más que antes y eso ponía en riesgo retrovisores y frontales de los camiones y autobuses. Esa salida del Paseo Arco de Ladrillo pierde un carril respecto a lo que había antes.
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La parada del bus, operativa en su nuevo emplazamiento
Durante las obras de reparación del viaducto se decidió desplazar la parada del autobús, que se ubicaba bajo el tablero del paso elevado, en la plazoleta que ocupan habitualmente las terrazas de los bares aledaños, unos metros más adelante, a la calle Recondo. Se urbanizó con hormigón y con algunas baldosas de pavimento táctil y se recolocó la marquesina. Eso fue a finales del mes de mayo. La parada, situada ya en el número 3 de Recondo, funciona con normalidad en su nuevo emplazamiento. Allí paran dos líneas regulares de Auvasa, la 2 (hacia Covaresa-San Pedro Regalado) y la 9 (Parquesol-Delicias). Además, se ven afectadas otras líneas: P13, M1, B1, U1, LC, LD, LP y F2. El 15 de julio se hizo oficial el cambio definitivo de la parada, tal y como informó en ese momento Auvasa a través de sus redes sociales. «Traslado definitivo de parada en la calle Puente Colgante». Pasa de estar frente a la estación de buses, justo debajo del viaducto, a situarse ya en la calle Recondo, apenas quince metros más allá, en dirección a la estación de trenes.
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