San Fermín 2025
Los toros vallisoletanos de Victoriano del Río 'vuelan' por Pamplona: «Cada vez es más difícil coger sitio»El corredor Fernando del Valle, con su camiseta blanquivioleta, ha logrado hacerse un hueco ante un sexteto de astados que han permitido carreras electrizantes y arriesgadas
No corrieron sino que volaron, cual caza de combate, los toros vallisoletanos de Victoriano del Río este jueves por las calles adoquinadas de Pamplona. Desde ... los corrales del Gas hasta su monumental coso. De momento, el encierro más rápido que se han celebrado en los sanfermines de 2025. Los seis astados, nacidos en la finca del criador madrileño en Mayorga de Campos, donde pasta la mayoría de su abundante tropa de vacas de vientre, mostraban unas arboladuras generosas, de perfecta simetría, de perfil desafiante y con tendencia veleta. Unas cornamentas descomunales que superan con generosidad el estándar de las reses que se corren y lidian en Pamplona. Y con una romana que arrojaba pesos de entre 615 y 525 kilos.
El pujante ritmo, ya desde el inicio de la carrera urbana, lo impuso un colorado de compacta romana y unas velas más que desafiantes. Pronto tomo la delantera de la manada de bravos y mansos. El ritmo era trepidante y apenas podían colocarse los corredores escasos segundos frente a las astas de los victorianos. En el ecuador del recorrido podía distinguirse al vallisoletano Fernando del Valle, un habitual en los encierros pamplonicas y que esta dedición vuelve a sentir de cerca de la embestida desbocada de los bureles. Siempre con su camiseta del Real Valladolid, que con él no ha perdido categoría, sino que ha ganado experiencia y aplomo.
«Aquí llevo desde el día 5 y voy a estar hasta el último día, para correr delante de los toros de Miura, que siempre es un desafío», comenta Fernando del Valle al hilo de su carrera ante los toros vallisoletanos de Victoriano del Río. Y da el parte de incidencias personales: «Pues los dos primeros días me ha caído, demasiada gente, difícil coger sitio delante del toro y entre la gente que corre, así que esos dos días lo que saqué en limpio fueron contusiones múltiples en un brazo y en una rodilla, en fin..».
Ante sus toros paisanos sí que ha podido templar embestidas y sentir esa sensación inigualable de notar la cercanía del toro en plena carrera. Su tono delata satisfacción: «Sí hoy, sí, y eso que iban muy rápido, y que imponían con sus cornamentas y con un trapío tremendo, pero sí, hoy sí que he corrido y estoy muy satisfecho», expone.
En las imágenes del encierro se observa la potente zancada de Fernando del Valle, que logra colocarse delante de un astifino, al hilo del pitón izquierdo, y justo en la cara de un astado negro mulato, embocado en un sitio con mucho toro y con la única salida de su lado izquierdo. Un ritmo sostenido, templado, de corredor veterano y experimentado, que, al alimón, aúna músculo y cabeza. «He conseguido un hueco y mantenerme en él durante varias decenas de metros, muy a gusto, con la tensión del peligro y la satisfacción de vencer la dificultad, porque cada vez es más difícil tener sitio y un pasillo mínimo para correr», concluye.
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