Ver 13 fotos
La tormenta deja un reguero de balsas por todo Valladolid y obliga a cerrar el Campo Grande
La tromba ha dejado más de doce litros en menos de tres horas y el viento ha llegado a superar los cien kilómetros por hora al norte de la provincia
La tormenta que ha sorprendido a media tarde de este miércoles, sin avisos activados hasta su inicio, ha dejado un reguero de balsas de agua ... por toda la ciudad y el vendaval, con rachas de viento que en el caso de la capital han superado los cincuenta kilómetros por hora, y los cien al norte de la provincia, han obligado a cerrar por precaución el Campo Grande.
Publicidad
El diluvio ha comenzado a partir de las dos de la tarde y, en menos de tres horas, ha dejado más de doce litros por metro cuadrado (hasta las 16:30), una cantidad suficiente para encharcar buena parte del casco urbano y ocasionar balsas de agua en los puntos habituales del mismo, como la salida del puente de Juan de Austria, el cruce de Zorrilla con la plaza del Doctor Quemada, la calle Daniel del Olmo y otras vías de la ciudad.
Noticia relacionada
Valladolid despide el quinto octubre más cálido y el tercero más seco del siglo
La tormenta ha venido acompañada por fuertes rachas de viento y por eso el Ayuntamiento ha decidido clausurar el Campo Grande a las tres de la tarde, cuando la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) acababa de activar el aviso amarillo en toda la provincia ante la previsión, como así ha ocurrido, de que se produjeran rachas de viento de hasta noventa kilómetros por hora.
El aviso, en principio, concluía a las 17:00 horas de este mismo miércoles. Y se ha quedado corto. En puntos del norte de la provincia, como Villalón de Campos, el anemómetro de la Aemet ha marcado una inusual racha de 105 kilómetros por hora (a las 14:00 horas); mientras que en Medina de Rioseco ha alcanzado los 83 poco antes. En el resto de la provincia, capital incluida, las rachas han sido más moderadas, con picos entre los 50 (51 ha alcanzado en la ciudad) y los 60 por hora.
Publicidad
La tormenta ha alcanzado a la ciudad a las dos de la tarde, cuando el termómetro acababa de superar los veinte grados. Para entonces los cielos se han cubierto de repente, el viento del suroeste ha comenzado a arreciar y ha comenzado a llover con fuerza para alcanzar su punto álgido en torno a las tres. El mercurio para entonces apenas superaba los diez grados.
Las balsas de agua han obligado a intervenir a los operarios de Aquavall, además de a bomberos y a policías locales, en distintos puntos de la ciudad para desatascar, sobre todo, los sumideros del alcantarillado.
Publicidad
Más lluvias a la vista
El aguacero, tal y como indicaba el aviso activado hasta las cinco, ha cesado media hora antes después de descargar 12,8 litros, una cantidad más que considerable en un mes de noviembre que ya arrancó el pasado día 1 con precipitaciones, en aquella jornada más persistentes, que dejaron 14,8 litros por metro cuadrado.
Esos 27,6 litros recogidos en dos jornadas superan ya todas las lluvias caídas en todo el mes de octubre (23,2 litros), que fue muy seco, hasta el punto de situarse como el tercero con menos precipitaciones del siglo.
Publicidad
Las previsiones de la Aemet, ya sin avisos activados, apuntan a que aún se registrarán más precipitaciones a lo largo de esta tarde; al igual que en las jornadas del jueves y del viernes, con una caída de las temperaturas, que apenas superarán los quince grados, y con rachas moderadas de viento.
3€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión