Solo el 17% de la superficie agraria útil de la región está en manos de mujeres
Un estudio de COAG revela que las titulares al frente de explotaciones han subido un 2,10% en ocho años, hasta las 23.086
Masculinizado y envejecido son dos de los adjetivos que de forma habitual se utilizan para calificar al sector agrario. Los datos, en este caso ... los que baraja la organización profesional agraria COAG, no están desencaminados y ponen de manifiesto que el 27,33% de las explotaciones agrarias de la región tienen a mujeres al frente, 23.086 en términos absolutos a pesar de que la cifra ha subido en un 2,10% en ocho años, hasta el año 2016.
Unido a este hecho aparece el dato de la superficie agraria útil de la que tan solo el 17% está en manos de mujeres frente al 83% de hombres.Belén Verdugo, responsable del Área de Mujeres en COAG Castilla y León, aprecia otra serie de circunstanciasen el estudio elaborado por la propia organización y la Confederación de Mujeres del Medio Rural (Ceres), en colaboración con la Fundación Mundubat. «En los datos se ve el envejecimiento total pues el 50,94% de esas mujeres tienen más de 65 años y el tramo activo que debería ser más importante, el de 30 a 39 años, solo representa el 3,38%».
La lectura que hace del dato tiene que ver con «una población envejecida, la cultura o que la herencia del patrimonio se transmite a mujeres que ya no están en activo».
El peso de las mujeres titulares o jefas de explotación en la región supone un 8% y entre las comarcas con menor presencia de mujeres con estas características de toda España se encuentra Arcos de Jalón (Soria) o Boedo-Ojeda (Palencia). La superficie media de las explotaciones de las mujeres también es menor que la de los hombres, 32,60 hectáreas en el primer caso frente a 54,59 hectáreas en el segundo.
Si se atiende a los datos de la Política Agrícola Común (PAC) referidos al año 2018 se aprecia que en la comunidad, de los 68.693 perceptores, el 71,42% eran hombres y el 28,58% mujeres. Después de todo lo expuesto tampoco puede extrañar que la cantidad media que cobra una explotación con un hombre como cabeza visible es de 12.141,60 euros frente a los 6.460,84 euros de media de una mujer.
«La PAC sigue perpetuando discriminaciones históricas», insiste la representante sindical, «afianza la desigualdad y no está corrigiendo ninguna discriminación existente».
Sobre las reivindicaciones que aparecen en torno a la fecha del ocho de marzo, la primera que hace Belén tiene que ver con los propios datos de los que se dispone relativos a las mujeres. «Hay mucha opacidad en los datos, mucha dificultad para encontrarlos y desde la parte oficial no son claros. El censo agrario que se hace cada diez años y tendría que haberse realizado en 2019, ni si quiera se ha proyectado».
Se muestra igualmente molesta con las reivindicaciones que tienen al sector agrario en la calle o, al menos, con la manera de proceder en las mismas. «En esas movilizaciones se está priorizando un modelo absolutamente masculino, no se piden cosas que nos incluyan».
LOS TESTIMONIOS
Isabel Bartol. Quesera artesana de Cynara
«Las luchadoras fueron nuestras madres, ahora estamos de moda»
Fue una de las primeras mujeres en estar en el registro de titularidad compartida y la valoración que hace María Ángeles Bartol de sus años como ganadera de vacas de la raza casina es «positiva, hay que seguir avanzando a pesar de la incertidumbre que vive el campo pues tanto hombres como mujeres estamos muy pendientes de las futura Política Agrícola Común (PAC) y de los precios de venta de los animales». Vive en la localidad salmantina de Hinojosa de Duero, «me gusta vivir en el pueblo y que mis hijos vivan en este ambiente pero reconozco que instalare es complicadísimo empezando porque acceder a la tierra es imposible, no hay hectáreas disponibles aunque quieras». Recuerda que hay ayudas en las que se puntúa por ser mujer, «en ese sentido sí que ha habido una apuesta de la administración» y aunque al principio era más chocante verla haciendo las faenas «aquí nadie te trata peor por ser mujer u hombre». Considera que las mujeres «debemos seguir reivindicando que somos necesarias en el medio rural, importantes para mantener los pueblos vivos y fijar población». Su conclusión es que su realidad «es la misma que la de un hombre no hay mucha diferencia».
Mª Ángeles Bartol. Ganadera
«Debemos seguir reivindicando que somos necesarias en el medio rural»
Es hermana de Mª Ángeles y también reside en Hinojosa de Duero pero en su caso, es socia colaboradora de su padre tanto en una explotación de ovino como en la quesería Cynara, la parte a la que ella se dedica principalmente. Isabel manifiesta, en primer lugar, que en la actualidad «hay bastantes ayudas para las mujeres, estamos de moda, las verdaderas protagonistas y luchadoras fueron nuestras madres que sí que tuvieron que luchar por la igualdad, ahora vivimos de las rentas de esa lucha». En su entorno percibe que «son pocas las mujeres que encabezan explotaciones y pocas las que se incorporan». En cualquier caso, la incorporación al sector agrario, independientemente del sexo, «es muy difícil, no hay tierras y sí mucha especulación». Reclama como «necesarios» días como el del ocho de marzo «porque hay aspectos en los que la mujer sigue estando oculta». Por último hace un llamamiento para que «se dejen de tantos estudios y vengan al medio rural y vean lo que hay de verdad y de esa manera, favorecer al que vive aquí».
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