Seis años después de inaugurarse, los talleres de Renfe en Valladolid ampliarán instalaciones «por aumento de demanda»
El Ministerio de Transportes destina 3,21 millones de euros a construir una nueva nave de lavado y ampliar el almacén
El plan quinquenal de inversiones en talleres de Renfe supone una inversión de más de mil millones de euros, según anunció el ministro de Transportes, Óscar Puente. Incluye grandes infraestructuras que estaban pendientes y que se llevan la mayor parte de la tarta inversora. Y en ella, esta vez, no participa Valladolid con una gran cuantía porque los talleres del páramo de San Isidro comenzaron con su actividad hace unos seis años. Entonces, en abril de 2019, comenzó el traslado del personal, que se culminó meses más tarde.
Sin embargo, entre el plan de inversiones figuran 3,21 millones de euros para ampliar las instalaciones porque la demanda, en este tiempo, se ha incrementado, lo que es una buena noticia para unas instalaciones que en un momento dado, con el parón de la operación ferroviaria del soterramiento, vio comprometido su futuro.
Así, en el listado de intervenciones para el periodo 2025-2030, figura la «ampliación del almacén y nueva nave de lavado en el taller de Valladolid» por 3,21 millones de euros. Una actuación que se desglosa en la construcción de una nueva nave de lavado exterior «ante el incremento de la producción» y la «ampliación del almacén y adecuación de urbanización», también debido al «incremento de las piezas de parque a almacenar».
La Base de Mantenimiento Integral (BMI) de Valladolid se integra dentro de un complejo ferroviario que suma 986.000 metros cuadrados y cuando comenzó a trasladarse el personal desde Farnesio se confiaba en que trabajarían allí en torno a 600 personas entre personal de Renfe de los viejos talleres y operarios externos. Pero es que en esa superficie se integrarán, en un futuro, los 171.500 de Redalsa, que ahora se encuentran instalados en el polígono de Argales.
Las instalaciones del páramo de San Isidro se completarán cuando la variante de mercancías comience a funcionar por completo, así como la estación intermodal. Será entonces cuando alcancen todo el potencial, aunque desde el año 2020 se ha comprobado que la tendencia de la base es al alza. En el año 2020 se trasladaron allí 447 empleados de Renfe. En 2021 sumaron 11 puestos más, hasta 458, y se calculaba una carga de trabajo de 650.000 horas.
En 2023, apenas dos años más tarde, la plantilla había crecido hasta los 484 trabajadores, al incorporar personal para realizar «tareas de mecánica, reparaciones eléctricas, chapistas, torneros y personal de suministros», además de cuatro ingenieros. Un aumento de plantilla que sirvió para incrementar la carga de trabajo hasta las 700.000 horas. Ya entonces se comprometieron inversiones por 4,5 millones de euros, según informaba el Ministerio de Transportes en una nota de prensa, para «instalar nuevos vestuarios» o «nueva cabina de pintura» por 2,5 millones.
El aumento de personal, informaba, permitió hacerse cargo del mantenimiento de «toda la flota de trenes S104, que realizan habitualmente los servicios Avant de Renfe en diferentes territorios, y componentes de freno, enganches y más de la S121».