Fernanda Domínguez, ante algunos de sus productos, en la pastelería El Ratón Repostero. José Carlos Castillo

Valladolid

Repostería mexicana para resucitar a un clásico de las pastelerías en la plaza de Santa Cruz

La chef Fernanda Domínguez, que recaló en la ciudad de Erasmus, regresa para abrir El Ratón Repostero y ofrecer una fusión de «lo mejor de los dos países»

J. Sanz

Valladolid

Miércoles, 17 de septiembre 2025, 06:57

«Cuando vine a Valladolid por primera vez estudiaba Derecho, pero después lo aparqué, estudié repostería en mi país y allí abrí mi primera pastelería», ... recuerda Fernanda Domínguez (Jiquilpan, México, 1996), ahora de vuelta a la capital que visitó de Erasmus años atrás, donde acaba de abrir su nueva pastelería, El Ratón Repostero, que resucita el local de la plaza de Santa Cruz que ocupó durante casi medio siglo un clásico de las confiterías vallisoletanas, como era el obrador Julimar, que cerró sus puertas hace apenas unas semanas por la jubilación de su última propietaria.

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La joven emprendedora, 'chef repostera' de afición y profesión, apunta a que de sus manos, «porque aquí todo lo que vendamos va a pasar por mis manos», saldrá «una fusión de lo mejor de los dos países». Dulces mexicanos tradicionales, sí; pero también productos típicos y demandados en España.

Sus productos los expondrá en el remodelado local de la esquina de Santa Cruz con la calle La Merced, que durante 47 años ocupó Julimar hasta la reciente jubilación de su última repostera, María Ángeles Rodríguez, heredera de los propietarios originales. «Soy chef repostera, me encanta, y aunque últimamente, desde que volví a Valladolid, había estado trabajando de camarera en bares y cafeterías, llevaba tiempo chismeando en busca de un local para montar mi propio negocio y cuando vimos que se traspasaba este me encantó por su situación y por el espacio, no demasiado grande, para poder llevarlo», destaca Fernanda.

El negocio ocupa el hueco que ocupó Julimar durante 47 años hasta la reciente jubilación de su última propietaria

Y, ¿cómo llegó a Valladolid una repostera mexicana? Pues la joven chef relata que en 2017 vino a la ciudad de Erasmus, cuando aún estudiaba Derecho, y aquí conoció a su actual marido, Andrés, con el que regresó a México. Después, ya con las 'leyes' aparcadas, cursó estudios de repostería y en su Jicalpan natal, una pequeña localidad del estado de Jalisco, en el suroeste del país, abrió su primera pastelería.

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La pareja decidió después regresar a la ciudad en la que se conocieron, Valladolid, y aquí, después de distintos trabajos en hostelería, Fernanda acaba de reformar y abrir (el día 8, coincidiendo con la festividad de la Virgen de San Lorenzo) su propia repostería. «Era lo que buscábamos para hacer nuestras creaciones y espero de corazón que guste lo que ofrecemos, porque va a ser una repostería natural, con ingredientes de temporada, que fusiona las tradiciones mexicanas, con muchas influencias de Estados Unidos, con productos más habituales en España», anticipa.

Pan de muerto

Sus expositores acogerán, entre otros, 'pan de muerto', un pan brioche con toques de naranja y agua de azahar, «muy típico en México para realizar las ofrendas del día de los muertos (el 2 de noviembre)»; 'puerquitos' o galletas. Pero Fernanda, insiste, también elaborará dulces muy demandados en España, como cruasanes o magdalenas. «Es una fusión, lo mejor de allí y lo mejor de aquí», sonríe.

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La joven repostera anticipa que a medida que arranque su negocio tiene intención de «elaborar tartas personalizadas y otros pedidos para celebraciones».

«Vamos a ir poco a poco intentando crecer», anticipa la emprendedora antes de reiterar que, en su caso, «me gusta trabajar la repostería con mis manos y que sea lo más natural posible, con frutas y otros productos de temporada».

Para ella, concluye, El Ratón Repostero, es un «sueño hecho realidad». Atrás quedan semanas de preparativos hasta que la semana pasada su negocio abrió sus puertas por vez primera para acoger la inauguración (el día 7) y, al día siguiente, para el público en general.

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«Es un local fantástico y, además, con mucha tradición». Añade. La confitería de Fernanda Domínguez, con entrada por el número 10 de la plaza de Santa Cruz, abrirá sus puertas de 9 a 14 horas de martes a viernes y de 10 a 15 horas los sábados y domingos. «Los lunes, de momento, descansamos».

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