El último temporal derriba parte del muro perimetral anejo a la iglesia de Wamba

«Nos pilló a todos por sorpresa, no nos esperábamos que ocurriera algo así», asegura el regidor. «Se ha caído como consecuencia de la lluvia; se ha filtrado el agua por los muros y se ha hundido», continúa.

«Nunca antes» habían sufrido un incidente similar. De hecho, dice el alcalde, ni tan siquiera se imaginaban que alguna parte del muro pudiera desprenderse. «No pensábamos que esto podría caerse; aparentemente estaba bien, que estaba consolidado, pero hemos que visto no. Ha venido de dentro para fuera, y está claro que ahora tenemos que estar más vigilantes que nunca», argumenta José Luis Álvarez.

El mismo lunes después de la tormenta, a primera hora de la mañana, el Ayuntamiento de Wamba contactó con los propietarios del espacio (el cercado donde se ha producido el desprendimiento es tanto de propiedad pública como privada) para que intervinieran «lo antes posible y con carácter urgente», con el fin de evitar daños mayores.

Sin embargo, más de una semana después, la estampa sigue siendo la misma que el primer día: piedras de grandes dimensiones diseminadas por el suelo a escasos metros de la carretera VP-5501. Si «próximamente no toman las medidas pertinentes», explica Álvarez, será el propio Consistorio el que intervenga para adecuar la zona y «regresar a la normalidad» cuanto antes.

«Dimos un aviso en su momento y nos dijeron que estaban en ello y que lo iban a reparar rápido. Si no, como es lógico y aunque no sea nuestra competencia, intervendremos, aunque no hay peligro para los vecinos», añade.

Precisamente por la ausencia de riesgo, el alcalde hace un «llamamiento a la calma» e insta a sus vecinos a informar sobre cualquier incidencia que perciban en el pueblo. «Como es obvio, el Ayuntamiento ha aumentado la vigilancia en la zona; estamos constantemente pendientes por si pudiera ocurrir algo parecido en otras partes del muro», concluye.