

Una tromba «histórica» arrasa Medina y Rueda y deja miles de euros en daños: «Es una tragedia»
El aguacero, que descargó 50 litros en minutos, anegó viviendas, residencias, negocios y viñedos y mantiene sus calles y carreteras embarradas
«Primero fueron una gotas, luego empezó a soplar el viento y, de repente, cayó una tromba tremenda», coinciden en relatar, aún fregona en mano, ... los vecinos de Medina del Campo y Rueda que se han visto afectados por una tormenta que no dudan en calificar de «histórica» y que descargó en cuestión de minutos 50 litros por metro cuadrado en torno a las nueve de la noche del viernes. La tromba causó «miles de euros» en daños tanto en los cascos urbanos (casas, negocios, instalaciones municipales...) como en las tierras de cultivo, caminos y carreteras en torno a los dos municipios.
El aguacero, que afectó a otros puntos dispersos de la provincia (ocasionó daños también en Peñafiel, Bocos de Duero, Bahabón o Villanubla), descargó con mayor virulencia en torno a las ocho y media de la tarde en Medina del Campo para después alcanzar a Rueda. En esta última localidad, donde hay un medidor oficial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), se recogieron 49,4 litros por metro cuadrado (y 3,2 litros con posterioridad) en cuestión de minutos pasadas las nueve de la noche, cuando se registró una racha de viento de 118 kilómetros por hora a las 21:10.
La Aemet registró una racha de 118 kilómetros por hora en pleno apogeo de la tormenta a las 21:10 horas
Fue «horrible», han recordado este sábado por la mañana Pili y Maripaz, aún con los guantes enfundados después de limpiar el entarimado de la ermita del Cristo del Humilladero, o de 'Las Cubas', de la travesía de Rueda, cuyo entorno se anegó durante la tromba de agua, granizo y viento que convirtió la carretera y algunas calles aledañas en «auténticos ríos de lodo».

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Y una cantidad similar habían recogido los pluviómetros algunos minutos antes -la tormenta se desplazó de oeste a este de la provincia a partir de las ocho de la tarde- en Medina del Campo. Así lo relata su alcalde y diputado provincial, Guzmán Alonso: «Ha sido una tragedia, algo tremendo que ha causado muchísimos daños y que por momentos nos recordó las imágenes terribles de la dana de Valencia, aunque aquí, por fortuna, no hemos tenidos que lamentar daños personales». Pero los materiales, apunta el regidor, «van a ser cuantiosísimos». De ahí que el Ayuntamiento valore solicitar la declaración de zona catastrófica.
Y en Peñafiel, Bocos y Villanubla
Medina del Campo fue, en efecto, el epicentro de la tormenta del viernes. Y no solo en Valladolid sino en toda Castilla y León. De allí se recibieron 52 avisos por incidencias de los 67 registrados durante la tormenta en toda la provincia (hubo 7 en Peñafiel, 5 en Rueda, 3 en Bocos de Duero, 1 en Bahabón y 2 en Villanubla) y de los cerca de noventa en el conjunto de la comunidad.
En el caso de Medina se anegaron garajes y bajos de viviendas, sobre todo, en el entorno de la calle Obispo Barrientos, la parte «más baja» de la localidad, donde no solo sufrieron cuantiosos daños materiales una hilera de viviendas sino que también hubo desprendimientos del techo del cercano polideportivo municipal Barrientos y más graves aún en la piscina, también municipal, del mismo nombre. Esta última permanece «cerrada» hasta nuevo aviso debido a la caída del falso techo sobre los baños y vestuarios de las instalaciones.

«Fue una cosa terrible», relatan los trabajadores de la piscina, gestionada por una empresa concesionaria, quienes recuerdan cómo el aguacero les sorprendió cuando aún había 25 personas en las instalaciones. «El agua comenzó a colarse por la cubierta -había sido renovada hace tan solo un año- y el falso techo se cayó encima de los baños». Y no solo eso. «Tuvimos que sacar a todo el mundo fuera de los aseos y con su ayuda estuvimos sujetando los ventanales del pasillo de los vestuarios porque creíamos que se nos venían encima por el viento», resumen. Este sábado, con las instalaciones cerradas, los empleados estaban terminando de limpiar el edificio de los vestuarios a la espera de las reparaciones de la cubierta y los falsos techos desprendidos en los baños.
Y justo al lado, con las calles aún anegadas de barro, una nutrida 'cuadrilla' trataba de limpiar el garaje y la bodega de la casa del número 39 de la calle Obispo Barrientos, la más afectada de todo el entorno, donde el agua subió más de dos metros hasta anegar por completo el sótano y llegó a alcanzar a la planta superior de la vivienda. «El agua bajaba como un torrente y se nos coló en casa sin que pudiéramos hacer nada», relata Saúl, uno de los residentes, mientras se afanaba en sacar trastos del sótano junto a sus allegados. Su madre, recién operada, lamenta que «no es la primera vez que se nos mete agua, aunque nunca como ahora» y reclama una intervención municipal en el entorno para evitar inundaciones.
«Ha sido un desastre absoluto y esperemos que el seguro cubra los daños»
La tromba, que afectó en menor medida a otras casas y negocios del entorno, arrasó el mobiliario y «todo lo que había» en el sótano, incluido el depósito de gasóleo de la caldera. «Ha sido un desastre absoluto y esperemos que el seguro cubra los daños», suspiran los afectados.
El aguacero dejó escenas sorprendentes en Medina del Campo, como la riada que convirtió su Plaza Mayor en un torrente. «Hemos sufrido daños en casas y negocios, en garajes comunitarios, en residencias -como en el asilo San José, donde el agua anegó el sótano-...», resume visiblemente afectado el alcalde antes de añadir que la tromba también afectó «al alumbrado público o a la red de saneamiento, destrozó placas solares, tiró árboles que cayeron sobre coches...». Y así hasta sumar un sinfín de daños por toda la localidad.
En Medina, además, al anegarse dos zonas inundables bajo puentes de la avenida de la Constitución y de la carretera de Olmedo, se produjeron los dos únicos rescates de personas. En el segundo escenario, el conductor de un vehículo pudo salir a tiempo y el coche quedó anegado. Y en el primero un hombre, al volante de una furgoneta, tuvo que ser rescatado por vecinos del entorno, con el agua hasta la cintura, para permitirle salir cuando el agua casi cubría el vehículo. «Por fortuna no ha habido heridos y los daños, aunque cuantiosísimos, solo han sido materiales», destaca el regidor medinense.
Peor que el 'mildiu'
Pero los daños no afectaron solo al casco urbano. La tromba causó gravísimos daños en el campo. «Hay viñedos arrasados y anegados entre Nava, Medina y Rueda y también campos de cereal sin cosechar destrozados», lamenta Guzmán Alonso, quien recuerda que este año «venía una uva de buena calidad que, aunque es cierto que estaba afectada por el 'mildiu', pero esta enfermedad te puede dañar un veinte o un ochenta por ciento de la cosecha, pero la tromba de ayer ha arrasado viñedos enteros».
El aguacero también anegó caminos y carreteras e, incluso, aún este sábado hasta el mediodía ha permanecido cerrada la salida de la A-6 hacia Rueda por el barro acumulado sobre la calzada. Y precisamente en Rueda también fueron numerosos los daños causados por la tromba. «Hubo bares y casas inundadas, se nos llenó la ermita de barro...», enumeran sus vecinos antes de recordar cómo en la bodega Palacio de Bornos hubo, incluso, «unas cuantas personas que se quedaron atrapadas en la tienda y que tuvieron que ser sacadas por un vecino en un todoterreno que tiene preparado para andar por agua». En su caso, apuntan con una sonrisa, «parece ser que les dieron, incluso, de cenar allí hasta que pudieron salir».
En Rueda, no obstante, el aguacero también sacudió con fuerza a un pueblo en el que aseguran que no habían vivido «nada parecido» desde la tromba registrada allí en un lejano 14 de julio de 1989. Pero es que aquella tormenta, recuerdan, «movió coches y tractores». Esta vez no fue para tanto. Pero casi. «Venían los contenedores flotando por la carretera, se metió el agua en casas y bares...». Este sábado tocaba limpiar. Y evaluar daños.
La tormenta también anegó casas, negocios y garajes, además de derribar algunos árboles, en Peñafiel, donde se recogieron 33,8 litros por metro cuadrado más avanzada la noche; Bocos de Duero, Bahabón y Villanubla. Otras localidades como Mélida o La Parrilla también sufrieron inundaciones.
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