
Una terminación en 5 para regar con tres millones de euros a Medina del Campo
La administración de loterías de Padilla, 26 y el bar Zamorano reparten el primer premio de la Lotería Nacional de este sábado con el número 03945: «Ahora ya me puedo jubilar»
Anda que no le habrán hecho gracias y rimas a Iván Armijos, propietario del bar Zamorano de Medina del Campo, por eso de solicitar todas las semanas un número de la Lotería Nacional terminado en 5. Era su única premisa y la que mantiene desde que hace cinco años regenta el establecimiento hostelero de la calle Bernal Díaz del Castillo. Esta semana, Flor González Espinosa, titular de la administración del número 26 de la calle Padilla, le acercó el 03945 con la ilusión de siempre pero sin saber en ese momento que ese número, terminado en 5 como pide religiosamente Armijos, iba a ser este sábado el primer premio de la Lotería Nacional.
Un sorteo que ha llevado hasta la villa medinense y sus alrededores cerca de tres millones de euros al vender 50 décimos, agraciados con 60.000 euros cada uno, entre el establecimiento hostelero y en la ventanilla de la propia administración. Pero antes de que la ilusión se apoderase del bar Zamorano, la alegría se palpaba en la administración. Flor, junto a su hermana Merche, ultimaban la jornada de trabajo con la mente puesta en la futura Lotería de Navidad. Tanto es así que una acción que completan todos los sábados, como visionar y apuntar los números del sorteo de hoy, se la encomendaron a su nieto. «Teníamos tanto trabajo, que el nieto, por primera vez en su vida, se puso a anotar los números que salían. No estábamos prestando atención al sorteo de este sábado. De hecho, estaba hablando con un señor hasta que me vino a decir que habíamos dado el 'Gordo' de este sábado», recalca una muy ilusionada Flor, que ante la falta de un letrero oficial con el logro de dar el primer premio, ha improvisado un cartel con el dinero repartido.
Mientras digería la noticia, abrigo en mano, las dos hermanas no dudaron en cruzar la calle y recorrer unos escasos 100 metros para encontrarse con Iván Armijos y transmitirle que entre ellos habían inundado de millones la comarca. «Nunca había dado un premio tan relevante como este, con tantos millones. Había caído algún segundo o primero, pero de menos cuantías», insiste Flor, en la administración desde hace 30 años y en la que ha crecido al ser el negocio familiar de sus padres y abuelos. «Siempre he dicho que quería jubilarme con el 'Gordo' y ahora con este premio ya lo puedo hacer», continúa la artífice de vender el número sin descartar la posibilidad de seguir repartiendo suerte.
«En pocos días tenemos el sorteo de Navidad. Y todo lo que venga será bienvenido. Estamos muy contentas, pero también nos gustaría que algo diéramos el próximo 22 de diciembre», concluye a la puerta del bar Zamorano y después de brindar con Iván Armijos la repartidora de suerte y quien afirma no haberse quedado con un décimo.
Porque la fiesta, comedida a todos los niveles, estaba dentro del establecimiento hostelero. Allí, sobre las 15:00 horas no se paró de trabajar en ningún momento. Era el turno de las comidas y las bravas y demás alimentos no paraban de salir de la cocina para atender las demandas de los comensales. Había algún agraciado que no dudó en reconocer ser uno de los afortunados. Otros, como el propietario del bar ni afirmaba ni desmentía si en sus bolsillos iban a entrar miles de euros al tener el apreciado número. «Aquí se ha podido dar el primer premio, pero ya se ve que estamos en hora punta y hay que seguir trabajando. Estamos muy contentos porque los casi 30 décimos que hemos vendido se han quedado entre nuestros clientes», apunta Iván Armijos, natural de Ecuador y en Medina del Campo desde el 2003.



Porque el ambiente en el establecimiento era de normalidad a pesar de tal hazaña. Mariano, uno de los premiados y que compró el décimo este viernes, tomaba una copita de champán, pero como lo hace todos los sábados. «Aún no lo he digerido, pero lo que voy a hacer es ahorrar por lo que pueda venir», señala rodeado de los parroquianos de todos los sábados.
Quien sí rebosaba felicidad era Ricardo López González, quien hacía acto de presencia sobre las 15:30 horas para tomarse una caña rápida y festejar el premio. Acababa de salir de trabajar de la pastelería Cipriano Martín y quería ver la cara de Iván. «Comparto el premio con una compañera de trabajo. Son 30.000 euros pero me vendrán muy bien para quitarme, por fin, la hipoteca. No es que llevase toda la vida con ella, pero ahora sí que me despido de ella», agrega Ricardo López, que, aunque está cerca de la jubilación, este dinero extra no le servirá para colgar el mandil.
Y estos han sido los testimonios de algunos de los agraciados que se agarraron al deseo del propietario del bar a pedir un número que finalizase siempre en 5. Rimas, gracias y 3 millones de euros en los entornos de la calle Padilla de Medina del Campo.
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