Provincia de Valladolid
Prorrogan la prisión a dos de los tres 'narcos' del gran alijo de cocaína camuflado en carbónTráfico de drogas ·
El tercer y único detenido de la red desmantelada en Medina que permanecía aún en el centro penitenciario de Villanubla ya está en libertad provisionalEl Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Medina del Campo 1 ha acordado prorrogar la prisión para dos de los tres detenidos en la ... Operación Carvao en 2021, en la que se interceptó en una nave de un polígono de la villa vallisoletana un cargamento de 862 kilos de cocaína impregnada en toneladas de carbón. Por la cantidad de 'farlopa' intervenida, esta es considerada por el Cuerpo Nacional de Policía la mayor intervención de la historia en Castilla y León. El valor que hubiera alcanzado este alijo en su venta al por mayor se calcula en 30 millones de euros.
Uno de los presuntos integrantes en esta red de narcotráfico, G. M. G., un veterano ertzaina de 59 años, ya solicitó salir en libertad provisional el año pasado, pero el juez instructor de las diligencias, que están en fase avanzada de instrucción, acordó mantener las medidas cautelares que se le impusieron tras su detención por considerar que eran imprescindibles «para garantizar la presencia del investigado durante la instrucción de la causa, y ulterior enjuiciamiento, y, asimismo también evitar el riesgo de fuga y la reiteración delictiva». El sospechoso está pendiente de juicio en el centro penitenciario de Logroño, donde hay un módulo FIES 4, de especial seguimiento para presos que pertenecen a fuerzas de seguridad o instituciones penitenciarias.
Los otros dos detenidos también han pedido la libertad provisional recientemente, pero la Fiscalía se ha opuesto a levantar la medida a uno de ellos, el empresario bilbaíno Julio P. A., en la cúspide de esta red, que estuvo primero confinado en el centro penitenciario de Valladolid y fue trasladado con posterioridad a una prisión del País Vasco, donde permanecerá hasta que se celebre el juicio. Por el contrario, el que en un principio fue considerado su lugarteniente, el argelino A. M., de 60 años, el único de los tres sospechosos que ha permanecido en Villanubla, está ya en libertad condicional, según han confirmado fuentes penitenciarias.
La Operación Carvao puso fin a más de un año de investigaciones sobre Julio P. A., considerado por la Policía un «histórico del narcotráfico». El 'narco' bilbaíno del salmón, de 54 años, cumplió una breve condena en Bolivia tras ser sorprendido con 15 kilos de cocaína, pero nunca había sido puesto a disposición de la Justicia española. El escurridizo traficante cayó por primera vez en la redada del 29 de abril de 2021 en una nave alquilada en un polígono de Medina del Campo. Dirigía esta red camuflada en un entramado de empresas supuestamente dedicadas al sector inmobiliario y a la importación de comida congelada, con poca o ninguna actividad según sostienen los investigadores.
Desde Colombia al puerto de Lisboa
Los agentes de la Policía Nacional, que seguían los pasos del empresario y los de su lugarteniente, en colaboración de la policía portuguesa, descubrieron la llegada de dos contenedores cargados de sacos de carbón vegetal procedentes de Colombia al puerto de Lisboa el 28 de abril. Medio centenar de policías, lusos y españoles, siguieron el cargamento hasta su llegada a primera hora de la mañana a la nave alquilada en el polígono situado a la entrada de Medina del Campo, que había sido alquilado por un tercer colaborador, encargado de la logística, quien también fue arrestado y que resultó ser un veterano de la policía autónoma vasca destinado en Vizcaya, G. M. G. Este habría alquilado inicialmente una nave demasiado pequeña, en la que no cabían los camiones, y tuvo que arrendar una segunda, en la que finalmente fue interceptado el cargamento y detenidos los tres sospechosos en calidad de investigados por los delitos de pertenencia a organización criminal y contra la salud pública.
Medina fue solo un punto intermedio para una trama criminal que contaba con el grueso de su infraestructura en Vizcaya, donde debían llevar los sacos con la droga aún en bruto para extraerla y procesarla de cara a su salida al mercado, tanto en el País Vasco como en otros puntos de España. El proceso químico realizado por los cárteles de la droga colombianos y mexicanos no solo conseguía ocultar a la vista la cocaína impregnada en carbón vegetal en bruto sino que camuflaba el olor e impedía así que los perros adiestrados señalaran la droga. Los agentes emplearon semanas para descubrir que solo una treintena de los 1.364 sacos intervenidos en las dos naves estaban impregnados con cocaína, un «método inédito» en España, que tiene su origen en «complejos procesos químicos» a cargo de los cárteles sudaméricanos. De dichos sacos, que carecían de marcas, lograron extraer los 862 kilos de cocaína.
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