Pedrajas disfruta de tres festejos taurinos en la recta final de sus fiestas

El primero de los festejos con toros fue un encierro urbano que se celebró pasado el mediodía. El segundo festejo fue una novillada con picadores de abono, enmarcada dentro del vigésimo cuarto Certamen de Novilleros Piñón de España. Los utreros de encaste Murube Urquijo de la Castilleja, estuvieron bien presentados, pero se mostraron escasos de fuerza, salvo el castaño sobrero, que fue lidiado en último lugar en sustitución del ensabanado, que regresó a los corrales.

Hicieron el paseíllo el mexicano Andrés García, hermano del matador de toros Octavio García 'El Payo', y el vitoriano Pedro Andrés en una tarde en la que los trofeos se esfumaron por los fallos cometidos con los aceros.

Andrés García, en el que habría plaza, anduvo acertado tanto con el capote como con la muleta pero los cuatro pinchazos, una estocada no bien puesta y dos golpes de descabello le privaron de tocar pelo.

El tercero de la tarde fue un novillo que causó buena impresión de salida, pero que se fue desinflando a lo largo de la lidia. Se le mandó al desolladero tras un pinchazo, una media estocada y un golpe certero de descabello mientras se escuchaba el primer aviso.

Por su parte, Pedro Andrés, se ganó el derecho a dar la vuelta al ruedo tras su actuación ante el primero de su lote, al que toreó bien con el capote y algo peor con la muleta. Lo mató de una nada ortodoxa estocada.

Al que debía de cerrar plaza se le tuvo que devolver por un problema de movilidad y fue sustituido por el mejor utrero de la tarde. Pedro Andrés le cuajó una curiosa faena de capote y desarrolló una brillante lidia con la muleta, tanto con la mano derecha como con la izquierda. Otra poca ortodoxa es tocada hizo doblar al astado, pero el fallo con la puntilla del subalterno hizo que el novillo se levantara nuevamente, y un certero golpe de cruceta mientras sonaba un aviso le privó de haber conseguido al menos una oreja.

El tercer festejo del último sábado de agosto fue una probadilla en la plaza de toros a cuyo término tuvo lugar un nuevo encierro urbano por el recorrido tradicional, al filo de la medianoche.

La intensa jornada del sábado se completó ya entrada la madrugada con una animada verbena popular en la Plaza Mayor a cargo de la orquesta La Búsqueda y, posteriormente, por una sesión de un dj.