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La terracampina localidad de Cabreros del Monte vivirá este sábado una importante jornada festiva con la celebración de la segunda edición de Kbreros Sound, que ... dará comienzo a la una y media del mediodía con la actuación de Los Hula Baby, una banda vallisoletana que promete un arranque de festival cargado de energía. Sus directos son sinónimo de rock and roll, bailes y sonrisas, donde el buen rollo se contagia desde el primer acorde.
El programa continuará con la leonesa Jhana Beat, una de las artistas más emergentes en su estilo, una verdadera explosión de experimentos musicales que ella misma denomina sonido electroorgánico. Su espectáculo, con influencias del funk, el rock, el reggae y los sonidos electrónicos, promete una experiencia única y envolvente. A media tarde el festival llegará a su punto álgido con la actuación de El Nido, el grupo estrella y cabeza de cartel. La propuesta de esta banda burgalesa es un espectáculo vitalista y dinámico, enraizado en el riquísimo folclore de la tierra. Su nuevo disco, «La Constancia», una joya musical, suena a pandereta, a pandero, a baile de plaza, a identidad y a comunidad.
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Para no bajar la intensidad, como broche de oro, el festival contará con la presencia de Amamarla, un grupo mítico terracampino que se ha convertido en un imprescindible dentro de los festivales y salas de toda Castilla. Con su sonido punk rock irreverente, harán que el público salte, cante y disfrute sin parar. Como gran fin de fiesta, llegará la sesión del madrileño DJ Loungepänk. Amante del techno, el house y el dark disco, es conocido por su capacidad de tejer narrativas musicales profundas y envolventes. Cada una de sus sesiones es un viaje lleno de matices, donde combina sonidos clásicos con toques roqueros, creando atmósferas cargadas de nostalgia y energía pura. Su música transportará al público a un espacio donde el pasado y el presente se encuentran, poniendo el broche final perfecto a una jornada inolvidable.
Al igual que el año pasado, la entrada del festival incluye no solo una jornada de música y diversión, sino también una comida popular para compartir entre todos los asistentes. Además, los más pequeños podrán disfrutar de talleres infantiles, para que los padres puedan liberarse unas horas y disfrutar plenamente del festival. Desde la organización se ha destacado que la presente edición pretende consolidarse «como un referente musical en la región y promete una edición cargada de emoción, ritmo y, sobre todo, comunidad».
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